QUIERE RECONOCER A JERUSALEN CAPITAL DE ISRAEL
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió ayer ignorar una lluvia de advertencias diplomáticas, repudios y amenazas explícitas del mundo islámico y sus aliados europeos, y comunicó al mandatario palestino, Mahmud Abbas, que planea reconocer a Jerusalén como capital de Israel, una decisión que podría encender la siempre temida chispa que inicie una nueva guerra en la región.
Luego que la mayoría de los países más poderosos de Medio Oriente y Europa le pidieron cautela a Washington, Trump siguió adelante con los planes que tiene desde la campaña electoral.
Llamó por teléfono a Abbas, al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al rey de Jordania, Abdullah II, y al presidente egipcio, Abdel Fath al Sisi, según informó la Casa Blanca. Trump le dijo al presidente Abbas que va a mover la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén, contó a la prensa el vocero del mandatario palestino, Nabil Abu Rudeina.
El funcionario también reveló la respuesta de Abbas.
El presidente reafirmó nuestra firme posición: no puede haber un Estado palestino sin Jerusalén Este como su capital, como establecen las resoluciones que tienen legitimidad internacional y la iniciativa de paz árabe de 2002, aseguró Abu Rudeina.
La agencia de noticias jordana Petra reveló que Trump le dijo lo mismo al rey Abdullah II y éste, en su calidad de custodio de los lugares sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, le advirtió sobre el peligro de tomar cualquier decisión fuera del marco de una solución global que garantice el establecimiento de un Estado palestino con Jerusalén Este como capital.
Como una espiral, la tensión no paró de crecer ayer.
Abbas llamó por teléfono a su par ruso, Vladimir Putin, al papa Francisco y a dos influyentes aliados en la región, el rey jordano y el monarca de Marruecos, Mohammed VI. Les pidió que actúen rápidamente para proteger los lugares sagrados de Jerusalén y evitar una escalada de violencia en la zona, según la agencia de noticias oficial palestina Wafa.
La bronca y la sorpresa se extendería pronto desde los despachos oficiales a las calles.
Los principales partidos políticos palestinos habían convocado un día de furia con protestas masivas para el viernes, el día sagrado de los musulmanes. Sin embargo, tras la confirmación de Trump de que avanzará con su plan, ayer extendieron esa convocatoria a tres días: jueves y viernes.
Además llamaron a los palestinos y musulmanes a manifestarse frente a las embajadas estadounidenses de todo el mundo, una invitación que en el pasado terminó en incidentes, especialmente en Medio Oriente.
Como si la incertidumbre no fuera suficiente, algunos de los medios más grandes de Estados Unidos e Israel comenzaron a circular que Trump haría un anuncio formal hoy.
Si Trump finalmente cumple con su promesa de campaña y mueve la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, eso significaría reconocer a esta última ciudad como la capital de Israel, una decisión que ningún país y mucho menos ninguna potencia tomó en estos 70 años de conflicto, después de la fundación del Estado de Israel.