La comisario Cabero ratificó amenazas proferidas por Sala

  Dio inicio ayer el juicio oral y público contra la dirigente Milagro Sala por la causa de las amenazas a policías de la Comisaría Seccional N´ 56  de Alto Comedero, ocasión en la  cual prestaron testimonios cuatro  testigos, una de las cuales era la denunciante, la comisario María de los  Angeles Cabero, quien relató los hechos acontecidos y ratificó que fue la  entonces diputada provincial quien  los intimidó con ponerles una bomba.

 Durante la primera audiencia que  debate lo ocurrido en octubre de  2014, no asistió otro de los testigos  claves, el oficial Vázquez, quien era  otro de los denunciantes, motivo por  el cual se programó para hoy su presencia en el segundo piso del edificio  de Tribunales.

 En la ocasión , la dirigente de la organización social Tupac Amaru, protagonizó dos hechos puntuales. La  primera, una arenga con tintes políticos dirigida a los medios que cubrían  el desarrollo del juicio, donde lanzó  acusaciones y críticas contra funcionarios provinciales, llegando inclusive a considerar que los jueces eran  presionados por el gobierno local.

 Y en segundo lugar, llegó a intentar  prescindir de sus abogados defensores Luis Paz, Elizabeth Gómez Alcorta, en una situación confusa dada  la relación política y profesional que  los une, hecho por el cual algunos  consideraron que era nada más que  una maniobra dilatoria para postergar el proceso, habida cuenta que un  cambio de abogado postergaría al  menos una semana las audiencias  hasta que el próximo defensor tome  conocimiento del expediente. Cabe  citar que los mencionados la vienen  asesorando en las múltiples causas  en la que se halla imputada.

 La primera en declarar fue la comisario Cabero, quien relató que estando de franco había recibido una llamada telefónica de un masculino,  quien luego le pasó con una mujer, la  cual le lanzó improperios por el procedimiento de secuestro de ropas realizado en un sector de Alto Comedero y le exigía que devuelva la mercadería a una mujer que los  reclamaba como suyo y que supuestamente había sido víctima de robo.Allí reiteró que la interlocutora se  identificó como la diputada provincial y que “la iba a conocer”, para  luego amenazarla con “poner una  bomba en la comisaría y hacerlos volar todos a la m...”.

 Posteriormente declararon otros  tres testigos, para luego hacerlo finalmente Sala, quien no respondió  las preguntas del fiscal ni del querellante, tan sólo de sus defensores. En  ese sentido indicó ante una consulta,  que “todos me conocen, siempre he  puteado, y eso no es algo que sólo lo  haga yo... Pero nunca fue mi léxico  decir que yo iba a poner una bomba.  Nunca he amenazado”, aunque luego  reconoció que habló por teléfono con  un policía pero negó haberlo amedrentado. “Esto tiene olor político”,  agregó. Ya previamente decía que ya  estaba sentenciada.