QUE SERÁ APROBADO POR EL LEGISLATIVO NACIONAL ESPAÑOL
El Parlamento de Cataluña anunció ayer que se reunirá el próximo jueves para discutir cómo responderá a la decisión del gobierno español de intervenir la región autónoma, lo que será aprobado este viernes en el Palacio Legislativo nacional y que desató una ola de rumores en los medios sobre una posible declaración unilateral de independencia como último recurso antes de perder el poder.
El vocero del partido oficialista catalán, Lluis Corominas, volvió a acusar al gobierno español de actuar como una dictadura y advirtió en Barcelona que la activación del artículo 155 de la Constitución Nacional, el mismo que autoriza la intervención de una región autónoma como Cataluña, será un acto de violencia institucional sin precedentes.
Desde Madrid, en tanto, la vice primera ministra del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ante la prensa que una vez que el Senado nacional apruebe la activación del artículo 155, éste entrará en vigor de inmediato. Puigdemont no tendrá más salario, no tendrá más firma presidencial y, por lo tanto, no podrá tomar más decisiones oficiales y legales.
Lo mismo sucederá con todo su gobierno.
Son presidente y las principales figuras del gobierno regional debido a la Constitución. Sus mandatos no previenen de una autoridad divina, sentenció la funcionaria, citada por la cadena de noticias CNN.
Después de meses de escalada verbal y política, el enfrentamiento entre el gobierno nacional de Rajoy y el regional de Puigdemont llegó a su momento culmine.
El primero ya decidió que el viernes el Parlamento en Madrid activará la intervención de Cataluña, y el segundo aún coquetea con la incertidumbre de los días previos a esa votación y nadie descarta que el jueves declare finalmente la independencia, lo que podría desatar nuevas reacciones violentas en el país.
El 10 de octubre pasado, nueve días del referéndum secesionista que la Justicia declaró ilegal y que Madrid intentó boicotear con una masiva represión y confiscaciones de urnas, Puigdemont amagó ante el Parlamento catalán con declarar la independencia y, acto seguido, le pidió a los diputados que la suspendan para abrir un diálogo con el gobierno español.
Según el gobierno catalán, alrededor de los 2,3 millones de los 5,3 millones de votantes de la región habían votado abrumadoramente a favor de la independencia; sin embargo, la intempestiva decisión de varias empresas importantes de trasladar su sede fuera de Cataluña, entre ellas símbolos locales como el banco La Caixa, forzaron a Puigdemont a moderar su posición.
Lejos de aceptar el diálogo propuesto por el líder catalán, Rajoy le pidió que aclare si había declarado la independencia, lo que Puigdemont se negó a hacer dos veces.
Finalmente, el sábado pasado Rajoy le pidió al Parlamento nacional que active el artículo 155 y anunció que, una vez que esto suceda, él removerá a Puigdemont y a todo su gobierno, y llamará a elecciones anticipadas en seis meses.
La escalada continuó ayer cuando el Parlamento catalán fijó para el próximo jueves la sesión pedida por Puigdemont para responder a Rajoy, en la víspera de la votación del Senado en Madrid sobre la intervención en Cataluña.
Las autoridades del Senado nacional habían invitado a Puigdemont a hacer su descargo ante la comisión que debatirá la posible intervención a partir de hoy y que se espera que vote el próximo jueves. La invitación era para ese mismo día.