PARA DEFENDER EL REFERENDUM
Familias independentistas se sumaron ayer a la iniciativa bautizada Escuelas Abiertas y ocuparon algunos colegios, designados como centros de votación para el referéndum de secesión del 1 de octubre en Cataluña, para evitar que sean precintados por la Policía, siguiendo la orden de la Justicia de suspender la consulta por ilegal.
No es rebeldía. No somos héroes ni pretendemos serlo, sólo defendemos algo que en una sociedad normal se puede hacer, que es votar, dijo Diana Casellas, una madre que participa de la toma de la escuela Univers, en el barrio barcelonés de Gràcia.
Con la acción, que incluye actividades lúdicas y festivas, los activistas independentistas pretenden mantener abiertos los colegios durante todo el fin de semana para garantizar que este domingo todo el mundo pueda votar.
Al mismo tiempo que los activistas comenzaron las ocupaciones, los Mossos dEsquadra (policía catalana) también empezaron a acudir a los centros educativos de Cataluña para intentar cumplir con la orden de la Justicia, que resolvió desalojarlos antes del domingo a las seis de la mañana.
En algunos casos, como la escuela Collaso i Gil, del barrio barcelonés del Raval, un grupo de vecinos se concentró en las puertas del lugar para evitar que sea precintado al grito de votaremos.
Por el momento, no se produjeron incidentes, ya que la policía intenta dialogar con las personas que participan de las distintas ocupaciones pacíficas, que se llevan a cabo bajo nombres creativos como la fiesta del otoño, fiesta de pijamas o simplemente jornada de puertas abiertas.
La iniciativa de llenar los colegios con actividades durante el fin de semana para facilitar la votación en el referéndum unilateral de secesión del 1 de octubre, partió de la plataforma Escoles Obertes (Escuelas Abiertas), que ya cuenta con 60.000 inscriptos, y que inicialmente había llamado a una movilización frente a los centros de educación.
Tras el timbre que anunció el final de las actividades de la jornada escolar en Barcelona, en algunos casos los propios padres, en asamblea, decidieron permanecer en los edificios para realizar actividades junto a sus hijos, y luego, pasar la noche para no dejar la posición estratégica.
Esto sucedió en varias escuelas, entre ellas Univers, situada en la calle Balmes del barrio de Gràcia.
Aquí hubo mucho debate y fricciones, porque hay sensibilidades diferentes, pero con diálogo finalmente llegamos a un acuerdo para realizar esta actividad, lo que es todo un ejemplo de convivencia, explicó Diana.
Creo que como sociedad estamos dando una repuesta excepcional, es algo que da mucha satisfacción y una parte de esta sociedad quedará muy dolida si finalmente no se puede votar, advirtió.
Intentaremos hacer todo de la forma más pacífica posible, creo que llegamos a una situación insostenible, desde mi punto de vista no hay marcha atrás, apuntó por su parte, David Martínez, uno de los padres que pasará la noche en el colegio.
Antes de que se produzcan estas tomas de colegios, desde el gobierno español de Mariano Rajoy se dijo que los independentistas estaban utilizando de forma desdeñable a sus hijos para su causa, en referencia a la presencia de numerosos menores en las protestas y en vista de esta acción de resistencia.