Por su condición de Exportadora, la Cooperativa de Tabacaleros tiene una larga trayectoria de relación con Clientes, Técnicos, Proveedores y Empresas de orden internacional, desarrollando sus actividades en un mercado de alta competencia y severas exigencias en cuanto a estándares de calidad, eficiencia industrial, seguridad y compromiso ambiental.
En la búsqueda de un posicionamiento superador de las expectativas del Cliente, desarrollamos procesos con un determinado estándar de gestión en los distintos Sectores, madurando los conceptos de establecimiento de objetivos y su seguimiento, revisión periódica interna y externa de los desempeños, registro documentado de las acciones de mejora que obligan a fijar objetivos de mayor exigencia en forma permanente.
Una de las características que hacen que esta empresa se diferencie de otras es sin duda la continua inversión en tecnología, ubicándola hoy en los más altos estándares de tecnología a nivel mundial.
Estos continuos cambios permitieron a la empresa ser competitiva y mantenerse inserta en el mercado del tabaco ofreciendo tanto al productor como a los diferentes clientes un servicio de calidad en cada uno de sus procesos.
Compra de Tabaco (Acopio)
Los productores asociados llevan el tabaco a la estación de acopio, en fardos de aproximadamente 45 kilos, que son clasificados según el patrón tipo oficial considerando su posición foliar, textura, color y grado de madurez.
El tabaco es reclasificado según un sistema interno bajo pautas de clasificación internacional y almacenado en pallets que contienen alrededor de 500 kilos asegurando así su conservación hasta el momento de su procesamiento.
La cámara de vacío preacondiciona al tabaco consiguiendo la humedad y temperatura apropiadas para la conservación evitando su descomposición y degradación hasta su ingreso a la planta de proceso garantizando así mantener la calidad del tabaco. El factor más importante para el éxito de la obtención de la lámina a partir de la hoja del tabaco es la condición que posee antes del ingreso a la Planta de Proceso. El tabaco frío y seco es muy frágil y si es obligado a cualquier acción mecánica se partirá y desmenuzará.
Mediante el preacondicionado por vacío, los fardos de tabaco son encerrados en una cámara en que se produce vacío para extraer la humedad contenida en el mismo. Luego se inyecta vapor y agua hasta alcanzar la temperatura y humedad deseada antes del ingreso a Planta de Proceso.
Proceso
Una vez que el tabaco ingresa a la planta el proceso comienza en Mesa de Alimentación, donde se desarman los fardos según las clases y el tipo de grado requerido por el cliente forman el blend.
El tabaco es volcado en la cinta principal y es transportado hasta los cilindros de acondicionado, los que por medio de agua y vapor abren y dan flexibilidad a la hoja. Así la hoja puede soportar el tratamiento al ingresar a las líneas de despalillado.
Para este proceso se utilizan threshers (despalilladores) que en diferentes etapas, desgarran la hoja, y por medio de flujo de aire y la diferencia del peso específico del producto, se separa la lámina del material con palo.
Una vez separada la lámina, esta cae sobre una serie de zarandas vibratorias donde se separan las fracciones pequeñas de tabaco, llamadas scraps, de la lámina que forma el producto final
Esta es transportada al (Aerosort) que es un equipamiento de última tecnología, única en Latino América donde se produce la separación de materia extraña del Tabaco (Plumas, pasto, plásticos, metales, etc.) continuando su recorrido por cinta a la secadora de lámina, donde se alcanza la humedad final del producto, de acuerdo a lo solicitado por el cliente en sus Especificaciones de Producto.
El producto final que sale de la secadora es transportado a la prensa, donde se realiza el empaque en cajas de cartón de 200 kilos netos.
Durante todo el proceso se controla en Laboratorio de Control de Calidad los valores de humedad, degradación (tamaño), materia extraña, nicotina, azúcares totales y reductores, y temperatura de empaque.
Reseña Historia
La Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy Ltda. inició sus actividades en la cosecha 1969/1970, con un acopio que apenas llegaba al 10% de la producción de Jujuy y con instalaciones que sólo cubrían 10.500m2.
La creación de la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy permitiría regularizar el acopio, poder afrontar los excedentes, y principalmente unir a los productores para poder posicionarse más convenientemente en el mercado monopólico internacional de esos tiempos.
El accionar de los primeros visionarios de los años sesenta se ha visto reflejado en un crecimiento ininterrumpido de calidad y cantidad de tabaco producido, los que han sido acompañados de un incesante compromiso de los productores tabacaleros. Junto a su esfuerzo y al convencimiento de contar con la capacidad de lograr un tabaco de excelencia.
Con la inauguración de la Cooperativa el 9 de febrero de 1969, una de las primeras cuestiones tratadas fue el cambio de denominación de la institución; El nombre original era Corporación de Productores Tabacaleros de Jujuy Cooperativa Limitada, englobaba dos formas organizacionales diferentes: la corporación y la cooperativa, decidiéndose, finalmente, por esta última. El registro de la institución como Cooperativa, y a la vez como ente acopiador, junto con los graves problemas generados por la escasez de recursos económicos, implicaron importantes limitaciones para su puesta en marcha.
Es en este contexto se firma el primer acuerdo comercial, con una comisionista en el mercado internacional, la firma Transworld S.A.
Para el año 1970 la Cooperativa logra completar su organigrama ejecutivo y técnico, y se termina de constituir, esto permitió que la organización contara con profesionales formados en lo específico de las necesidades de su procesamiento, y con un plantel técnico acorde a los requerimientos de manejo y administración de su planta.
El primer Acopio de la Cooperativa
El primer acopio de la Cooperativa de Tabacaleros fue realizado el 23 de diciembre de 1969, y de acuerdo al Patrón tipo Oficial vigente en aquel momento, los tabacos eran considerados muy buenos. El total del tabaco Virginia acopiado en aquel entonces fue de 1.461.765 kg., a los que se agregaron 174.998 kg. de Burley, dando un total de 1.639.763 kg. Todo este monto dio como resultado un excedente de la producción, ya que quedó sin ser comprado por la industria.
La intención original de la Cooperativa, fue la de mantener una línea de compra homogénea y de altos estándares, para tratar de garantizar una calidad de tabaco que en poco tiempo fue su sello identitario. La CTJ podría solicitar a los productores la clase de tabaco que fuera, cualquiera (de primera a quinta), para poder ir cubriendo las órdenes de compra. Este fue el gran secreto que permitió que la organización despegara y creciera como lo hizo, a partir del sentimiento de colaboración. Esa línea de compra que intentaba mantener la CTJ se complementaba con la intención de mantener una producción estable.
La modalidad del acopio ha sufrido diversas modificaciones desde los orígenes, dado que al momento de iniciar la primera compra los conocimientos requeridos por los compradores de la Cooperativa eran totalmente diferentes a los actuales, se compraba en relación a tres clases (primera, segunda, tercera) y al tabaco verde. Esto se modificó con la implementación del patrón tipo (el cual a su vez sufrió varias transformaciones hasta su versión actual).
En aquellos meses (fines del 69 y principios de los 70) la Cooperativa queda ya encaminada en el cumplimiento de las finalidades para las que fue creada.
La CTJ quiere agradecer a cada uno de los Productores Tabacaleros, a su Gente, a su Comunidad y al Gobierno de la Provincia.
Gracias a Todos por vuestro acompañamiento
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