Las principales cabeceras americanas apuntan que Trump podría suspender el programa de refugiados, prohibir la entrada de inmigrantes provenientes de países conflictivos (Siria, Libia, Somalia, Irán, Irak y Sudán) y también dar los primeros pasos para que se construya el famoso muro. Incluso, en el documento que podría firmarse tras la puesta en marcha del muro con México, Trump tiene planeado mantener la prisión de Guantánamo en Cuba como centro de detención de extremistas y fundamentalistas.
Según Político, Donald Trump no acudirá a la firma solo con su equipo, lo hará acompañado de familiares de personas asesinadas por indocumentados. Esto augura que también podría tomar algún tipo de medida en relación a las deportaciones de criminales como prometió en campaña.
Trump, como repitió infinidad de veces, pretende que el muro de la discordia lo paguen los mexicanos. También dijo que deportaría a los once millones de indocumentados del país latinoamericano que viven en EE.UU., pero más tarde redujo la cifra por la presión social.
El martes, el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, viajaron a Washington con la intención de anunciar que ellos no aceptarán el nuevo tratado del libre comercio si no resulta ventajoso para todas las partes. Quieren dar certidumbre en los mercados.
Los secretarios mexicanos se reunían ayer con miembros del nuevo Gobierno de Trump y el TLCAN será uno de los grandes temas que se pondrán sobre la mesa, junto a otros aspectos de seguridad y migración.
México tiene claro que se levantará de la mesa si Estados Unidos mantiene su intención de establecer un impuesto a las remesas o de hacer que ellos paguen el muro que quiere construir Trump a lo largo de toda la frontera común.
En cuanto a la repatriación de millones de migrantes mexicanos indocumentados, el secretario señaló que hay que tener una claridad en el proceso, pero que México exigirá trato respetuoso a los derechos migratorios y que, si hay deportaciones, estas sean ordenadas y claramente definidas.
Guajardo confía en que la visita ayude a mejorar las expectativas y la incertidumbre que el mercado financiero y cambiario han dado estos días, gracias a los mensajes y los mandatos que salgan de las reuniones. Esperemos estar en una clara definición de cuál va a ser el camino para la modernización del acuerdo, agregó el secretario.
El próximo martes 31, Trump recibirá a Peña Nieto en la Casa Blanca, en el segundo encuentro del nuevo presidente con un mandatario extranjero, después del de este viernes con la primera ministra británica, Theresa May.
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