En respuesta, el mandatario rechazó la agresión en su contra y desde el Gobierno salieron a acusar directamente al kirchnerismo por los incidentes.
Hay que usar la energía para construir, no para agredir, repitió Macri cuando los silbidos y gritos interferían en su alocución al encabezar un acto de lanzamiento de un plan de viviendas en el barrio marplatense Belisario Roldán.
Allí afirmó que los autores de los hechos en vez de sumar, apedrean y recalcó que ese distrito será uno de los 500 que serán urbanizados en todo el país.
Alrededor de las 10, cuando llegó Macri al barrio Roldán, se concentraron agrupaciones sociales y de derechos humanos, para rechazar las políticas del Gobierno.
El jefe de Estado denunció que los manifestantes lo apedrearon y los vecinos que protestaban dijeron haber sido reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos por querer expresar sus quejas contra las políticas económicas del Gobierno nacional.