Un hombre simple, sencillo, nunca un gesto fuera de lugar siempre atento a cualquier consulta de quienes iban a trabajar en la cobertura periodística de los entrenamientos o partidos del plantel profesional de Gimnasia y Esgrima. Centrado, serio cuando debía serlo y bromista de acuerdo a la circunstancia pero con quien tenía la confianza para hacerlo. Palabras mas, palabras menos, así era Juan Domingo Manincho Gaspar, quien falleció el último domingo por la noche.
Manincho fue encargado del cuidado del campo de juego del estadio 23 de Agosto por mas de 20 años, vio y vivió las tristezas y las alegrías deportivas del Lobo Jujeño y las sentía como parte de la familia de Gimnasia y Esgrima, y naturalmente, las vivía con el sentimiento de un hincha.
Sin dudas, queda hoy un vacío que no será fácil de llenar, porque Manincho era parte del club mas que un empleado. Cada plantel que pasó por la institución supo quererlo, apreciarlo, cada director técnico, cada profe; porque no era difícil que a alguien que lo conociera, le surjan espontáneamente esos sentimientos hacia él.
Ya estaba jubilado, debido a una afección en los riñones que le impedía realizar sus tareas en el estadio de manera normal, pero ese vínculo con el Lobo seguía intacto. Se fue Manincho, ese tipo tranquilo que el mundo Gimnasia y Esgrima, nunca olvidará. Ayer, fue su último adiós.
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