Washington,-El gobierno del presidente Donald Trump anunció ayer que desde hoy suspenderá la participación de Estados Unidos en un acuerdo firmado con Rusia que desde la Guerra Fría ha sido pieza central del control de armas y cuya eliminación es vista por analistas como una peligrosa decisión que podría desatar una carrera armamentista.
Al hacer el anuncio, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, dijo que Estados Unidos suspenderá sus obligaciones con el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por su siglas en inglés), de 1987, a partir del 2 de febrero, pero agregó que podría volver a cumplirlo en 180 días si Rusia también accede a respetarlo.
En un comunicado emitido minutos después, Trump explicó la polémica decisión afirmando que Rusia ha violado el tratado con impunidad, desarrollando y desplegando secretamente un sistema de misiles prohibido que constituye una amenaza a nuestros aliados y nuestras tropas en el extranjero.
El proceso de retirada estará completado en seis meses a menos que Rusia retome su cumplimiento destruyendo todos los misiles, lanzaderas y equipos asociados que violan el tratado, agregó el mandatario, citado por la cadena CNN.
El vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, alertó que la suspensión del tratado significa, de facto, que Estados Unidos se libera de cualquier clase de restricción y que, en el peor de los escenarios, ahora mismo pueden aparecer en tierra 24 misiles de crucero Tomohawk con cargas nucleares.
Una retirada de Estados Unidos, que es esperada desde hace varios meses, pondría fin a años de una disputa no resuelta sobre el cumplimiento ruso del pacto, que fue firmado en en Washington por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.
El tratado entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética fue el primero en eliminar todos los misiles de crucero nucleares y convencionales, y sus lanzaderas, de corto y mediano alcance, es decir, con un alcance entre 500 y 5.500 kilómetros.
Rusia niega haber violado el acuerdo, y su presidente, Vladimir Putin, ha advertido que una retirada de Estados Unidos desencadenaría una carrera armamentista, porque si Washington empieza a desarrollar los misiles prohibidos, Moscú hará lo mismo.
Funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación de que China, que no es parte del tratado, está ganando una importante ventaja militar en Asia al desplegar una gran cantidad de misiles con alcances superiores al límite establecido por el pacto.