Varsovia,-Cientos de miles de personas salieron ayer a las calles en Varsovia para festejar junto al gobierno del presidente ultranacionalista Andrzej Duda el centenario de la independencia de Polonia y la celebración atrajo a muchos grupos de extrema derecha de países vecinos, que se sumaron a la manifestación.
La convocatoria la realizó el gobierno, pero coincidió con otra manifestación, la que venían organizando grupos ultranacionalistas -como lo hacen todos los años desde 2009- y que se concentraría en la identidad polaca cristiana, blanca y europea. En la cita del año pasado habían juntado a 60.000 personas bajo el lema Queremos a Dios.
Este año, sin embargo, la alcaldesa saliente de Varsovia, la dirigente opositora Hanna Gronkiewicz-Waltz, había decidido prohibir la manifestación de estos grupos porque, advirtió, podía haber confrontaciones con las personas que celebraran el centenario de la independencia nacional.
Varsovia ya ha sufrido bastante el nacionalismo agresivo, había argumentado la dirigente.
Sin embargo, la Justicia anuló su prohibición y el gobierno ultranacionalista de Duda acordó con los grupos de extrema derecha realizar una manifestación conjunta.
Una polaca de verdad, y no esa señora, no hubiera prohibido la marcha, sentenció Halina, una jubilada de 74 años que pidió no dar su apellido durante el acto por el centenario, en diálogo con el diario español El País.
Estamos aquí porque apoyamos a nuestros gobernantes y queremos que vuelvan los polacos emigrados a esta gran patria; lo que no queremos son musulmanes, agregó.
Duda también celebró la unificación de las dos marchas.
Quiero que marchemos todos juntos bajo nuestra bandera nacional, en un ambiente de celebración y homenaje a nuestros héroes y a nuestro país, afirmó el presidente Duda en un discurso en el inicio del acto.Las dos multitudes confluyeron en paz y sumaron más de 200.000 personas.Pese al fuerte discurso anti inmigrante, no todos los que salieron a las calles en Varsovia eran polacos.