Tiene como premisa fundamental la conexión con la naturaleza, ya que el ser humano la necesita de una manera profunda y fundamental. La tendencia del diseño biofílico es una forma de reconectarnos con la naturaleza, y es una pieza fundamental en el desarrollo sostenible.
Las pautas del diseño biofílico conjugan naturaleza, biología humana y el bosquejo del entorno, ya que reconoce que la especie ha evolucionado casi en su totalidad como respuesta adaptativa al mundo natural, y no a lo que ha creado artificialmente.
La conexión con la naturaleza es una necesidad fundamental para la salud física y mental de las personas, por lo que el diseño biofílico se centra específicamente en los aspectos de la madre tierra que han contribuido al beneficio del hombre durante milenios.
Este estilo centra su atención en los aspectos de la naturaleza que contribuyeron a la salud y productividad humana en su historia por sobrevivir.
Algunos beneficios del diseño biofílico: reducir el estrés, mejorar la creatividad y la claridad de pensamiento, acelerar los procesos curativos, mejorar y fomentar el bienestar.
Naturaleza en el espacio: la conexión visual y no visual con ella. Esto se logra mediante estímulos sensoriales generados por aromas, sonidos y sabores de la naturaleza. También en base a la sensación térmica (humedad propia de un entorno natural por ejemplo), y la presencia del agua en los ambientes.