UNA HUELGA DE DIMENSIONES PLANETARIAS:
Si nosotras paramos, el mundo para es una de las consignas centrales del Paro Internacional de Mujeres de mañana (8 de marzo, el #8M), el segundo consecutivo de este tipo en la historia con la participación activa de mujeres de 57 países.
Agrupaciones, colectivos, redes, grupos, gremios y ONG de todo el mundo, aún con realidades muy diversas, organizan de forma autoconvocada el #8M que va desde Buenos Aires a Roma, desde Madrid hasta el Kurdistán, con posiciones urgentes contra los femicidios, la brecha salarial, el acoso, la violencia machista, el techo de cristal y la desigualdad en las sociedades patriarcales.
Las calles de las principales ciudades serán escenarios para levantar banderas por los derechos, por la igualdad salarial y por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito.
Las consignas internacionalistas y feministas estallaron en las redes sociales como contraseñas compartidas: #WeAreEverywhere, #NosParamos; #HuelgaFeminista, #MiCuerpoMidecisión #SoyUnCuerpoEnLibertad, #FeminismoInclusivo y #WeStrike, entre muchas otras.
Se trata también de un paro económico formal e informal. En España, por ejemplo, convocan a una huelga laboral, de consumo, de cuidados y de educación, con la inequidad en el centro del debate.
El día 8 no trabajo, no consumo, no cuido dicen las españolas, que el año pasado reunieron a 500.000 personas en Madrid. O las italianas de Non Una Di Meno que van directo al hueso de la trama gremial mayoritariamente masculina: Frente a la más grande manifestación global de mujeres contra la violencia patriarcal y neoliberal, nosotras creemos que los sindicatos deben aprovechar esta oportunidad.
Será una jornada de transversalidad de los feminismos como va a suceder en Argentina, donde la bandera será de Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans.
El paro se sentirá también en Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, Francia, Guatemala, Honduras, España, Estados Unidos, Venezuela y México; en Alemania, Polonia, Corea del Sur, Australia, Tailandia, Ucrania, y la lista sigue.
Cinzia Arruzza, impulsora del paro en Estados Unidos, sostuvo que las huelgas de mujeres se remontan a 1975 con el paro de las islandesas que reclamaban igualdad salarial. Cinco años después, Vigdis Finnbogadottir, una madre soltera, se convirtió en la primera presidenta en Europa y la primera en el mundo elegida democráticamente.
Hace dos años, el movimiento feminista polaco recuperó esta forma de lucha y organizaron una huelga contra la prohibición del aborto. Lo mismo ocurrió en 2016 en Argentina con movilizaciones contra la violencia de género, dijo.