EN REPRESALIA A LA MEDIDA DE PUTÍN
El Departamento de Estado norteamericano ordenó ayer a Rusia que cierre su consulado en San Francisco, en respuesta a las demandas injustificadas de Moscú de reducir la misión diplomática estadounidense en Rusia, mientras los lazos entre las dos grandes potencias se siguen deteriorando.
Estados Unidos también dispuso la reducción de la presencia diplomática rusa en Washington y Nueva York para el sábado, con el cierre de un anexo de una cancillería en la primera y un anexo consular en la segunda.
Esta decisión reduce el número de consulados -representaciones diplomáticas fuera de la embajada en la capital- que cada país opera en territorio del otro a tres. El consulado de San Francisco es el mayor y más antiguo de los cuatro consulados rusos en Estados Unidos.
Los anexos adicionales albergan las misiones comerciales rusas en Washington y Nueva York, dijo un alto funcionario estadounidense, indicando que la medida no requiere una reducción de personal y que las funciones desempeñadas en esos edificios pueden ser trasladadas a otra legación diplomática.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció en julio que la misión diplomática estadounidense en Rusia debía ser reducida en represalia por las nuevas sanciones aprobadas por el Congreso estadounidense. Estados Unidos dijo que sus propias acciones apuntan a crear mayor paridad.
El Departamento de Estado dijo ayer jueves que había cumplido con la demanda rusa de reducir su personal a 455 empleados.
Creemos que esta acción fue injustificada y en detrimento de nuestra relación general entre nuestros países, aclaró la portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, lamentó la escalada de tensiones entre ambos países. En una llamada telefónica con su par estadounidense Rex Tillerson manifestó que Rusia no comenzó con ella, según señaló un comunicado de su cartera.
Moscú evaluará las medidas estadounidenses y decidirá sobre una reacción, agregó.
El secretario de Estado norteamericano llamó al ministro de Relaciones Exteriores ruso para informarle anticipadamente que Washington demanda un cierre del consulado ruso en San Francisco, apuntó la declaración.
Tillerson y Lavrov acordaron reunirse en septiembre, probablemente en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, comentó un funcionario estadounidense.
Konstantin Kosachev, jefe del comité de asuntos internacionales de la cámara alta del Parlamento, dijo que Rusia debe considerar una respuesta de absoluta simetría con mayores reducciones de personal estadounidense.
Si los empleados de nuestro consulado en San Francisco deberán retornar a casa, (nosotros debemos) proponer que los estadounidenses retiren un número exactamente igual de empleados de sus representaciones en Rusia, sostuvo Kosachev en su página de Facebook.
Nauert, en tanto, dijo que Estados Unidos está listo para tomar más acciones, pero que espera que habiendo avanzado hacia la aspiración de paridad de la Federación Rusa se puedan evitar futuras acciones de represalia de ambas partes.
El presidente estadounidense, Donald Trump, convirtió en agosto en ley un proyecto aprobado por el Congreso para imponer nuevas sanciones a Rusia, pese a expresar sus preocupaciones de que la medida tenía graves defectos.
Las relaciones entre Washington y Moscú se encuentran en un punto muy bajo debido a disputas entre ambos países por Siria y Ucrania y la evaluación de la inteligencia estadounidense de que Rusia interfirió en las elecciones presidenciales estadounidenses del año pasado.
El nuevo embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, dijo en entrevista con un periódico publicada este jueves que desea convencer a Washington de que Moscú no está trabajando en su contra.
Antonov, un ex funcionario del Ministerio de Defensa que figura en la lista de las sanciones de la Unión Europea por el rol de Rusia en el conflicto en Ucrania, fue designado embajador la semana pasada.
Buscaré probarles a los estadounidenses que no somos enemigos, declaró Antonov, según los comentarios difundidos por el diario Kommersant.