Es raro encontrar una casa sin espejos. Y no es sólo una cuestión de necesidad sino también de estética. Colocar espejos en el hogar ayuda a ganar luz y dar profundidad a los diferentes ambientes.
Aquí se describen algunos consejos para utilizarlos:
1. En el salón comedor: si el espejo es grande y tiene porte, se puede ubicarlo en un lugar privilegiado del salón como pieza principal para que cobre protagonismo entre el resto del mobiliario.
Lucen mucho más si tienen marcos grandes, ya que dan un toque señorial.
2. En recibidores: normalmente, los recibidores se caracterizan por ser estrechos y oscuros, por lo que colocar un espejo ayudará a propagar la luz natural que procede del resto de estancias de la casa, además de brindar la sensación de agrandar ópticamente el pasillo.
3. Espejos con toques metalizados para cualquier rincón: ya sean cuadrados, redondos, rectangulares o de formas geométricas, los espejos con marcos metalizados (dorado, bronce, platino, etc) están de moda y se antojan irresistibles para realzar cualquier espacio.
Una opción estupenda para esas paredes con poco interés. Si se combinan con muebles oscuros forman un dúo con carácter y valor decorativo.