TRAS EL TRIUNFO DE LENIN MORENO
La oficialista Alianza PAIS, ganadora el domingo de la segunda vuelta en Ecuador, extendió ayer sus festejos frente a la misma Casa de Gobierno, al convertir el protocolar cambio de guardia en una celebración para aplaudir el logro de un nuevo mandato y saludar por adelantado al mandatario Rafael Correa por su cumpleaños, aunque la oposición todavía no reconoció la derrota.
La tradicional ceremonia de cambio de guardia de cada lunes viró hacia un festejo de PAIS, sobre todo por la anunciada presencia de Lenín Moreno, ganador de los comicios del domingo y sucesor de Correa desde el 24 de mayo.
Habitualmente, la renovación de la escolta presidencial es presenciada por el mandatario desde las terrazas de Palacio de Carondelet, ubicado frente a la Plaza Grande, en el centro histórico de Quito, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. A Correa se le sumaron su vice y vice electo, Jorge Glas, y Moreno.
Aunque hubo algunos intentos de empleados del Ejecutivo para que bajaran las banderas verdes de PAIS, porque este es un acto cívico, la batalla estaba perdida de antemano: en la plaza había remeras, gorras, carteles de partidos aliados y pañuelos del oficialismo, y Correa debió compartir protagonismo con su sucesor electo.
Terminada la parte formal del recambio, desde los balcones embanderados Moreno le cantó por adelantado el cumpleaños feliz a Correa, que el jueves llegará a los 54 años. Fue el primer paso para que el encuentro entonces se volviera partidario.
Va mi abrazo fuerte a quienes confiaron en nosotros. Y a los que no nos votaron, porque ayudaron a que se fortalezca la democracia. Vamos a salir adelante y nunca los traicionaré, expresó Moreno.
Pronosticó además que habrá nuevos senderos y nuevas avenidas, como decía (Salvador) Allende, para que avance el hombre libre y prometió ser fundamentalmente el presidente de los pobres. Cerró su saludo con el ya clásico guevariano de hasta la victoria siempre.
Aunque no habló, Correa sí cantó, y bastante, mientras intercalaba frases en medio de las estrofas: Por todos los niños hemos vencido, dijo, en medio de Por tí vamos a vencer; con fuerza y con valor, soltó en medio de El pueblo unido jamás será vencido -las dos de los chilenos de Inti Illimani- y gracias por esta preciosa victoria en pleno Venceremos, el himno de campaña de Allende en 1970.
La siguió el Hasta siempre, de Carlos Puebla y dedicada al Che Guevara, para que Correa cantara puño izquierdo en alto y gritara Cuba libre y Viva latinoamérica. El cierre llegó con la versión de Mercedes Sosa de Gracias a la vida.
Para entonces, Moreno ya había bajado a la plaza, lo que provocó empujones y tironeos entre su personal de seguridad y los militantes que buscaban saludarlo. Se ha perdido un presidente electo; si alguien lo ve nos avisa, bromeó Correa desde arriba.
El clima festivo parecía quedar a años luz de las quejas de la oposición, que ratificó, en voz de su candidato presidencial, el ex banquero Guillermo Lasso, que denunciaría formalmente las irregularidades del recuento de votos y mantendrá las protestas frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
A la vigilia de grupos de militantes que se mantenían a las afueras del CNE, en el norte de Quito, se sumó el llamado a una manifestación hoy.
Según los cómputos oficiales del CNE, Moreno logró el 51,17 por ciento de los votos, sobre el 48,83 de Lasso, contado ya el 99,23 por ciento de las actas.