Este estilo está inspirado en las antiguas casas de campo inglesas en las que predominaban los muebles antiguos, de inspiración clásica o rústica y de tonos claros. El término shabby, precisamente, significa desgastado o raído, algo que define muy bien sus características, pues fusiona elementos como muebles envejecidos con piezas de decoración actual. Un estilo acogedor que parece no pasar nunca de moda.
La invención de este estilo se ha atribuido a la decoradora Rachel Ashwell, especialista en la creación de mobiliario específico para esta tendencia. El shabby chic combina a la perfección lo vintage con lo romántico, los tonos pasteles con la madera envejecida. En él no faltan tampoco los pequeños detalles como jarrones, velas, flores, lámparas antiguas, cabeceros de hierro forjado, cojines o incluso las cortinas, que regresan con fuerza como complemento de este estilo.
Aunque podemos encontrar en las tiendas muebles de madera envejecida o de aspecto clásico, lo cierto es que también se puede restaurar un mueble olvidado en casa, pintarlo y envejecerlo pasando una lija por su superficie.
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