El presidente Mauricio Macri encabezó ayer una reunión de coordinación, con la presencia de los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de la Producción, Francisco Cabrera, en la Residencia de Olivos.
El mandatario abordó con Aranguren el posible aumento de la nafta, que según se adelantó sería del 8 por ciento y llevaría el litro a los 18 pesos, y la premium, a los 21, lo que generó rechazo en las asociaciones de consumidores.
En tanto, hoy tiene previsto encabezar un acto en Casa de Gobierno, donde presentará un acuerdo con la provincia de Neuquén, empresas y gremios petroleros para mejorar la condiciones de producción del yacimiento de Vaca Muerta, se informó de manera oficial.
Se trata de la firma de una Adenda al Convenio Colectivo de Trabajo de los gremios petroleros (de base y jerárquicos) que operan en dicha provincia, y que implica modificaciones en las modalidades laborales en este tipo de explotaciones, diferentes de las que se desarrollan en reservorios convencionales.
Del acto previsto para las 9.30 participarán el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, su par de Trabajo, Jorge Triaca, y los secretarios generales de los sindicatos petroleros, Guillermo Pereyra y Manuel Arévalo.
En los últimos meses del año pasado el gobierno nacional, el gobierno provincial neuquino, las empresas operadoras en Vaca Muerta -que tiene a YPF por protagonista principal-, y los sindicatos referidos conformaron una mesa para discutir posibles cambios en las modalidades de labor de los equipos perforadores, de extracción y de mantenimiento de pozos, procurando reducir los costos de producción de crudo y gas (tight gas, shale gas y shale oil).
El costo de perforación de un pozo en Vaca Muerta era en 2014 de unos 14 millones de dólares, y pudo reducirse el año pasado a unos 10 millones, por la experiencia acumulada y la mejor tecnología aplicada. No obstante, se estima que debería lograrse un costo de 7 millones, también mejorando otros costos operativos.
YPF desarrolla inversiones en Vaca Muerta en asociación con Chevron y otros operadores en la cuenca como Pan American Energy, Total, y ya se anotaron Exxon y Shell.
Ello tiene lugar en un contexto de bajos precios internacionales de los hidrocarburos (el WTI ronda ahora los 53 dólares el barril) que complicó la aplicación de las fuertes inversiones que requiere producir en estos reservorios.
Como contrapartida, los sindicatos procurarán preservar puestos de trabajo, incluso redistribuyendo personal, y las empresas realizarían las inversiones de largo plazo que requiere poner en valor estos recursos.
Con todo, el gobierno aprovechará para impulsar el modelo en otras cuencas hidrocarburíferas convencionales cuya explotación hoy requiere de precios diferenciales (subsidiados), pero ello es resistido por otros sindicatos del sector.
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