Según la información que cita a fuentes judiciales y policiales, los registros migratorios obtenidos para la causa por los detectives de la división Búsqueda de personas de la policía federal -los primeros que trabajaron en la investigación-, el imputado Joel Maximiliano Báez (29) continúa prófugo en Bolivia, mientras que el empleado de confianza de Tati, Ezequiel Víctor Blanco (28), quien en las últimas horas dio una nota a un diario de Quilmes, regresó a Argentina pero aún se encuentra prófugo.
El 25 de agosto por la noche ocurrió el crimen, el 26 a la madrugada apareció el cadáver calcinado en la valija en Dolores, a la tarde Blanco y Báez se fueron a Retiro y se tomaron juntos un micro a Jujuy. Viajaron todo el día 27 y el 28 cruzaron a Bolivia por el paso La Quiaca-Villazón, indicó uno de los investigadores policiales del caso.
La misma fuente refirió que los registros migratorios obtenidos por los detectives de la federal revelaron que el mismo 28 Blanco decidió hacer el camino inverso y cruzó, esta vez solo, desde la localidad boliviana de Villazón a la argentina de La Quiaca.
Esos registros migratorios contradicen lo que había manifestado el imputado Blanco en el escrito que presentó el 2 de septiembre ante la Cámara del Crimen para dar su versión del hecho de sangre, lo que declaró en la entrevista que le dio desde la clandestinidad al diario El Sol de Quilmes y lo expresado por sus abogados.
Es que, según la versión del propio Blanco, cuando llegaron en micro hasta La Quiaca, Báez le robó casi todas sus pertenencias y cruzó hacia Bolivia, mientras que desde La Quiaca se comunicó con su familia jujeña y decidió volver a Buenos Aires para asesorarse con abogados y dar su versión de los hechos.
Los pesquisas creen que Báez aún continúa en Bolivia, donde tendría familiares, y desde donde incluso cuando aún no se sabía que él era prófugo, se contactó a través de Facebook con personas que participaban de la búsqueda de Caviglia por redes sociales para ofrecer datos a cambio de 5.000 dólares.
Se puso en contacto con una mujer que compartió la foto con la búsqueda de la mujer y en ese chat él decía que sabía lo que le había pasado a Caviglia, incriminaba a Blanco y pedía 5.000 dólares a cambio de la información, señaló otro de los investigadores.