HOGARES ACTUALES
Reconvertir un piso ubicado en un edificio modernista en un hogar actual sin perder su encanto original fue el principal reto al que se enfrentó el estudio de diseño interior Dröm Living a la hora de remodelar esta residencia familiar de 83 m2, situada en pleno centro de Barcelona. Sus nuevas propietarias, una joven madre y su hija de 4 años, necesitaban un lugar amplio, luminoso y alegre, pero se encontraron con un primer piso parcialmente exterior, tabicado y, por ende, oscuro. Para ganar en luz y metros se ejecutaron cambios importantes en la distribuciónà ¡reforma en marcha!
El piso inicialmente contaba con una sala de estar, la cocina con patio exterior, dos dormitorios, un baño completo y un aseo. Fue en la zona de estar y en el dormitorio principal donde se realizó el cambio más radical, prescindiendo de tabiques y puertas. Aunque bien conservados, hubo que restaurar las molduras del techo y el parqué de madera. Para las paredes, salvo el naranja elegido en el dormitorio principal, se optó por una gama cromática que va del suave gris de la cocina al contundente negro pizarra del vestíbulo. Los muebles minimalistas y a medida conviven con piezas de diseño en azul turquesa, cuyo resultado es un conjunto vital, luminoso y fresco.
UNA REFORMA RESPETUOSA
-El principal objetivo de la obra era renovar la distribución del piso con el fin de ganar luminosidad y amplitud en las zonas comunes, pero sin renunciar a su carácter modernista; es decir, techos altos, molduras y rosetones, puertas y vidrieras majestuosasà
-Se eliminó parte del tabique en la zona de estar, transformándola en dos ambientes comunicados: salón y cocina-comedor. Así, se ganaba claridad en el salón, antes oscuro, y la cocina se ampliaba con una zona de office. Un vano en el dormitorio principal permitió sumarle un vestidor a costa de un dormitorio contiguo.
-El parqué, de madera, se pulió y se restauró, al igual que las puertas. La iluminación, allí donde no llegaba la luz natural, se solventó con plafones alineados, focos de luz simétricos
y lámparas de techo duplicadas.
UN SALÓN BIEN ILUMINADO
El tabique que separaba inicialmente el estar de la cocina se abrió, en parte, para que la luz natural fluyera a través de dos grandes ventanales con salida al patio. Tres apliques simétricos se encargan de proporcionar una iluminación focal más íntima. Mobiliario, de Dröm Living. Blanco y gris: la pareja perfecta. Con el fin de atrapar la luz natural en un ambiente originalmente oscuro, se optó por pintar las paredes del salón en un gris suave, solo interrumpido por el blanco de molduras y carpintería. El mobiliario combina el blanco con pequeños toques de color.
MOLDURAS RESTAURADAS
Los techos modernistas jugaron un papel clave en la reforma. Se reconstruyeron la mayori´a de las molduras y en el salo´n, se duplico´ uno de los rosetones para la ubicacio´n de dos la´mparas de techo similares, una en cada extremo de la estancia. Alfombra, de LLedo´ Mas. Sobre el sofa´, una ventana de ventilacio´n (ya existente) comunica con el segundo dormitorio.