Siempre es un placer conversar con viejos amigos, poder escucharlos hablar de sus proyectos y sus sueños alimentan el alma. Eso es lo que sucede cada vez que tenemos la oportunidad de hablar y ver a Faustino Flores, quien se esmera en aclarar que no es poeta, pero que habla, escribe y vive como si lo fuera.
Con 73 años en su haber. Faustino está radicado desde hace casi 20 en Tilcara, la tierra ala que decidió volver y desde donde sigue proyectando sus espectáculos.
Valladares, Galán, Castilla, Ariel Petrocelli, Zerpa, encuentran en su profunda voz vivos sus escritos. Amante profundo de su gente y su paisaje, Faustino es un agradecido de la vida que le da mucho en afectos y mucho en reconocimiento.
"Ahora estoy dedicado a hacer participaciones en cine y continúo con los homenajes a poetas". Tilcara se engalana como otras ciudades del país con sus puestas que tienen una preparación meticulosa, porque +el es así. Así aprendió a trabajar en todos los años en los que pasó de vivir en La Plata a enseñar en Córdoba y proyectar desde ahí su arte como estupendo escenógrafo y detallista en todo lo que se proponga, desde escribir un guión hasta llevar a escena una obra.
"Hay dos aplausos que me marcaron profundamente en mi vida. Uno en un teatro de Córdoba, cuando terminé un silencio total abarcó toda la sala. En el camerín lloré de impotencia porque pensé que lo que había hecho no había gustado, pero al salir al hall del teatro todo el público estaba allí, me abrazaban o daban un fuerte apretón en el brazo. Ahí entendí hasta dónde había llegado, era joven todavía", relata Faustino quien comenta que como siempre sigue inclaudicable en su postura de hacer que se reconozca al hombre americano de estos suelos con todo el valor cultural que tiene.
Siempre activo, siempre ideando nuevas puestas, ahora se embarca en pulir algunas presentaciones que quedaron en letargo durante la pandemia. Sus palabras y actitudes son inspiradoras, tanto que una cantora y quien ahora es su esposo, cuando llegaron del sur del país (San Martín de los Andes) a Tilcara, compartieron con él charlas y les nació inmortalizarlo en una zamba. "Choquevilca en la Quebrada, la voz de América en tu piel", dice la "Zamba A Faustino" que canta Paola Ilabaca con gran emoción.