ULTIMO MOMENTO:
DIJO QUE "TORTURARON" A SU EXCONTADOR ARREPENTIDO
La condenada por corrupción en la causa Vialidad, Cristina Kirchner, sorprendió ayer al sostener que su excontador Víctor Manzanares, uno de los arrepentidos en la causa de los Cuadernos de las Coimas, fue "torturado" para revelar detalles precisos de la maniobra de exfuncionarios para recaudar sobornos en contratos de la obra pública durante las gestiones de Néstor Kirchner y la suya.
La expresidenta es hoy la principal acusada en el expediente que destapó el exchofer Oscar Centeno y que derivó luego en la admisión de los hechos por parte de exfuncionarios, empresarios y fundamentalmente su excontador que confesó toda la maniobra.
También te puede interesar:
Si bien ayer se llevó a cabo la segunda audiencia del juicio oral que la tiene como acusada al igual que otras 87 personas, entre ellos el exministro Julio De Vido, José López, y el exsecretario de Energía, Roberto Baratta -para quien trabajaba Centeno-, restan aún otras audiencias en las que deberán declarar los arrepentidos -alrededor de 25- que en caso de ratificar sus dichos comprometerán seriamente a Cristina Kirchner y estará así al borde de sumar más de 13 años de prisión como jefa de una asociación ilícita. De este cargo zafó en el juicio oral por la causa Cuadernos y solo la condenaron a 6 años de prisión.
Pues antes de comenzar la primera audiencia realizada via zoom -algo que se intenta rever para hacerla presencial-, en la que uno de los jueces la obligó a aparecer en cámara, la expresidenta se despachó contra los jueces y cuestionó nuevamente el juicio. Entre otros argumentos disparatados, allí habló de que los arrepentidos habían sido extorsionados para declarar como tal con el fin de contar la verdad y morigerar la pena que les pudiera caer finalmente.
A eso apunta justamente la Ley del Arrepentido, norma sancionada justamente también con votos del kirchnerismo en la época de Mauricio Macri.
Pero ahora, también antes de la segunda audiencia desarrollada ayer en forma virtual, la condenada por corrupción habló de que Manzanares fue objeto de "tortura" para contar todo los detalles que la complican y con el fiscal Carlos Stornelli como el impulsor.
Tamaña consideración no fue validada en ningún momento del proceso de investigación de la causa. Es más, ninguno de los acusados denunció que fue sometido a ese tipo de presión para declararse como arrepentidos. Es decir, es un manotazo de ahogado de la expresidenta para evitar la inminente condena, buscando embarrar el juicio y a la espera de que algún que otro imputado se prenda en esa teoría.
Tal argumento de "tortura" ni siquiera fue utilizado por Milagro Sala en las distintas causas por corrupción o amenazas que afrontó en Jujuy. La dirigente solo se atrevió a decir que entre otros, Mirta Shakira Guerrero, Mabel Balconte o uno de los exchoferes de la Tupac, habían sido pagados por el gobierno radical para que declarasen en su contra.
Todos ellos relataron cómo retiraban los bolsos con millones de pesos que retiraban desde las entidades bancarias de Jujuy para depositarlos luego en la vivienda de Sala en barrio Cuyaya, donde los esperaban la piquetera y su marido e ideólogo del movimiento Raúl Noro; cómo trasladaban la plata en valijas hasta la ciudad Buenos Aires para entregárselas a Máximo Kirchner; cómo se enriquecía la familia y el entorno de la dirigente con dinero de la obra pública con la compra de inmuebles o de automotores; o cómo apretaban a los funcionarios provinciales e intendentes para lograr sus cometidos. Curiosamente, la denuncia de los valientes intendentes nunca prosperaron.
Obviamente que este recurso de que los testigos fueron extorsionados, era también un manotazo de ahogado de la dirigente tupaquera para poder zafar de las condenas que finalmente le aplicaron los jueces, tanto en el orden provincial como en el federal.
Hoy en día, Milagro Sala está recluida en algún lugar de La Plata, con "prisión domiciliaria por razones de salud", medida que desde hace años la Fiscalía y querella busca nulificar para que retorne a una cárcel común del Servicio Penitenciario. El entonces juez de sentencia, Emilio Catán (fallecido hace poco), rechazó y rechazó todos los recursos presentados en tal sentido, dándole protección.
Seguramente, cuando Cristina Kirchner hablaba de que los testigos fueron extorsionados para confesar, Sala se habrá acordado que ella utilizó el mismo libreto, así como lo de la operación "lafware", pero no apeló al caso de "tortura".
