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Con dos condenas firmes
La dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, le exigió el indulto al presidente Alberto Fernández cuando se cumplen siete años de su detención en el marco de la causa conocida como "Pibes Villeros", acusada de ser jefa de asociación ilícita, de fraude al Estado y extorsión. Allí fue condenada a 13 años de prisión y también tiene otra sentencia ratificada por la Corte Suprema de Justicia, de dos años de prisión por amenazar a policías de una comisaría de Alto Comedero.
"Hoy me gustaría un indulto. Tengo el sueño de sentarme en la Corte Interamericana y rendir cuentas", se atrevió a decir la dirigente a sabiendas que en dicho cuerpo internacional, hay jueces afines a Raúl Zaffaroni -exmiembro de la Corte Suprema de Justicia y reconocido militante del kirchnerismo-, quienes la beneficiaron con la prisión domiciliaria.
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En ese sentido, Sala le pidió al mandatario nacional que "deje de tener miedo". "Cristina le ha pedido que use la lapicera. Eso lo tiene que decidir Alberto. La decisión pasa por él más que nada. Que tenga la suficiente valentía de hacerlo y le deje de tener miedo a los medios nacionales opositores", definió la jujeña en declaraciones a Página 12.
El mes pasado cuando se confirmó su pena advirtió que pronto será trasladada a una unidad del servicio penitenciario local por un requerimiento de cumplimiento "inmediato" de la justicia de Jujuy, tras la condena firme de la Corte que avaló el fallo del Tribunal en lo Criminal N° 3 al encontrarla culpable de liderar una asociación ilícita a través de la creación de cooperativas de trabajo ficticias para apoderarse de dinero público, como se comprobó.
En ese escenario, consideró que el que la "tiene presa" es el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. "La política es la que me tiene presa. El pueblo no. El pueblo es el que está sufriendo las necesidades, el atropello de este Gobierno que se pinta de colores de la democracia pero el pueblo es víctima", opinó, sin hacer mención a las denuncias que realizaron contra ella exintegrantes de la Tupac Amaru. El último caso es el de Mirta "Shakira" Guerrero, exmano derecha de Sala, quien reveló toda la matriz de corrupción y violencia que envolvía a Sala y a la conducción de la Tupac Amaru.
Fernández ya explicó que no puede indultarla porque la Constitución Nacional se lo impide, al tratarse de causas provinciales.
