La decoración navideña y las góndolas cubiertas de pan dulce, así como las playlists alusivas, apuntan a evitar la saturación de diciembre y planificar gastos.
Las fiestas ya se sienten a la vuelta de la esquina, luego del estrés colectivo consecuencia de un proceso electoral de medio término signado por la incertidumbre cambiaria y las altas tasas.
Si bien todos los noviembres están copados por ferias online de consumos como Cyber Monday (del 3 al 5 de noviembre) y Black Friday (28 de noviembre), también los shoppings y supermercados arrancaron el mes con espíritu navideño: las góndolas cubiertas de pan dulce, así como las playlists alusivas al tradicional festejo.
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Es que adelantar un mes las compras navideñas permite evitar la saturación de diciembre, planificar mejor los gastos y elegir con criterio.
Además, las plataformas de e-commerce ofrecen cuotas sin interés, envíos programados y beneficios bancarios que facilitan la experiencia.
Lo que había comenzado como una oportunidad para obtener los productos deseados con descuentos, hoy se convirtió en una estrategia familiar para adelantar las compras navideñas, evitar el estrés de diciembre y aprovechar descuentos reales en productos de alto valor.
LAS PROMOCIONES Según el informe Shopper Day 2025 de Kantar, el 65% de los hogares argentinos prioriza las promociones como principal herramienta para hacer rendir el presupuesto.
En paralelo, el 78% de los consumidores declaró haber realizado compras anticipadas en 2024 para evitar aumentos de precios y desabastecimiento.
“El adelanto de las compras navideñas es una muestra de cómo las familias se adaptan al contexto y a las nuevas herramientas digitales. Lo que antes era una compra de último momento, hoy se transforma en una experiencia planificada, donde se combinan emoción, previsión y tecnología”, explicaron desde Vulcanita.
LOS NIÑOS, PROTAGONISTAS DE LAS FIESTAS Los juguetes ganan protagonismo no por su precio, sino por su valor agregado. Las familias buscan propuestas que acompañen el desarrollo infantil, promuevan el juego sin pantallas y refuercen valores como la empatía, el cuidado y el aprendizaje.
Vienen de un crecimiento interanual del 180%, impulsado por promociones bancarias, cuotas sin interés y la planificación navideña.
Lograron un ticket promedio superior al de otros meses, lo que indica una tendencia hacia la compra de productos más elaborados, con propósito pedagógico o emocional.
En el caso del Black Friday, aunque el evento tiene menor volumen que el Cyber Monday, los juguetes también mostraron un desempeño destacado.
Las búsquedas online y las compras desde dispositivos móviles aumentaron significativamente, y muchas familias aprovecharon las ofertas para adquirir productos de alto valor educativo.
Más del 70% de las compras se realizaron desde el celular, y el 54% de los consumidores ahorraron con anticipación para participar del evento.
Entre las opciones que marcan tendencia se destacan los juguetes sin pantallas, como las propuestas de Melissa & Doug, que fomentan la exploración y el aprendizaje autónomo a través de materiales didácticos y creativos. También sobresalen las líneas inspiradas en personajes que promueven el juego simbólico y la empatía, como Bluey, que refleja la vida familiar desde una mirada sensible y lúdica.
Los de acción como Monster Jam, Dragon Ball Z, los de tendencia como Brainrot o clásicos reversionados como Winx, conectan con distintas generaciones y estimulan la imaginación, el movimiento y la narrativa compartida entre padres e hijos.
“Hoy las familias no buscan solo juguetes: buscan experiencias que acompañen el desarrollo de sus hijos. Además, el consumidor argentino aprendió a planificar. Hoy adelanta las compras de fin de año para aprovechar precios más convenientes y asegurarse los productos más buscados antes de que se agoten”, señala Cristina Caffaro, Marketing Manager de Vulcanita.
REGALOS EMPRESARIOS En los últimos años, las redes sociales se llenaron de videos de unboxing navideños donde trabajadores muestran —y comparan— el contenido de sus cajas con la misma expectativa con la que se abre un regalo.
El fenómeno, tan divertido como revelador, se convirtió en una radiografía del mundo laboral argentino. Las cajas más generosas cosechan aplausos, las más austeras inspiran memes, y en el medio surge una conversación más profunda:¿Qué valor real tienen estos gestos en tiempos de cambios en las formas de empleo y vínculos laborales cada vez más flexibles? ¿Y qué pasa con quienes también sostienen el trabajo diario pero no reciben una? Las cajas navideñas tienen una historia que se remonta a las primeras décadas del siglo XX. Muchas empresas argentinas —en especial fábricas, ferrocarriles y compañías textiles— comenzaron a entregar a sus trabajadores productos típicos de las fiestas: pan dulce, turrones, sidra o frutas secas.
El objetivo era simple y profundamente humano: agradecer el esfuerzo de todo un año y acompañar a las familias en un momento de celebración.
Con el paso del tiempo, el gesto se fue institucionalizando y profesionalizando. Las cajas dejaron de ser improvisadas y pasaron a convertirse en una acción de reconocimiento organizada, con proveedores especializados, presupuestos asignados y hasta campañas de comunicación interna asociadas.
Lo que antes era un obsequio simbólico se transformó en un elemento de la cultura organizacional, capaz de fortalecer el sentido de pertenencia y proyectar hacia afuera los valores de la empresa.
Empresas como Adecco desarrollaron servicios especializados para acompañar a las organizaciones en la preparación y gestión de cajas navideñas, con soluciones flexibles y equipos entrenados que aseguran eficiencia y cumplimiento operativo.
Entre sus servicios se incluyen el armado, etiquetado, control de calidad, logística interna y supervisión onsite, garantizando que las cajas lleguen a tiempo y en perfectas condiciones a todo el país.
FUENTE:AGENCIA NOTICIAS ARGENTINAS