En el pitazo final del árbitro Sampaio, los jugadores de River Plate corrieron a la mitad del campo de juego de La Bombonera para unirse en un abrazo eufórico tras conseguir la clasificación a la final de la Copa Libertadores. Pero no solo los jugadores y el cuerpo técnico se sumaron al eufórico festejo, sino también un efectivo de seguridad que estaba trabajando dentro de la can