La tucumana Sol Aráoz tuvo una muy mala experiencia en su ciudad natal. Una noche salió a compartir una cena con sus compañeros de trabajo. Al terminar la grata velada un amigo la acompañó hasta la esquina a tomar un taxi. Pero como no había se subió a un remis. La puerta del auto se cerraba, pero parecía que se iba a caer. Yo vivo en Yerba Buena y tenía un viaje largo. El conductor empezó a mirarme por el retrovisor, a murmurar, a decir groserías. Era tan atrevido que tenía ganas de tirarme del auto describió su mala experiencia.
Esa experiencia traumática marcó a Sol de tal forma que creó el primer taxi para mujeres. Luego de trabajar en los mas variados rubros comerciales y en donde escuchó un día la preocupación de las mamás del colegio con respecto a las primeras salidas, matinés, semanas, cumpleaños y una pregunta: ¿Quién las busca? ¿Quién las trae? ¿Es de confianza?
Las mamás necesitaban un taxi de confianza. Hablando con mi hermana, pensamos en lo que nos cuesta subirnos a un taxi. Después de lo que pasó, siempre traté de pedir un taxi con una conductora mujer pero no hay muchas. Y el mundo del taxi es muy machista. Entonces me decidí a salir a trabajar con el taxi de mi cuñado por las mañanas. Me moría de miedo al principio, que me dijeran cosas, insultos, en fin. Pero salí y aquí estoy: arriba del auto, explicó Sol
Marca una diferencia en el nuevo servicio que ofrece: El hombre no tiene miedo cuando se sube a un taxi. No se fijan en el modelo del auto, en los datos del chofer, no se sienten prisioneros en el auto".