JUEZ PULLEN LLERMANOS JUSTIFICO LA MEDIDA
La dirigente social Milagro Sala comenzó ayer en la Unidad Penal Federal de Güemes, provincia de Salta una huelga de hambre seca en protesta por la decisión judicial de revocar la prisión domiciliaria y enviarla a dicho establecimiento carcelario. El juez Pablo Pullen Llermanos justificó la medida a los fines de garantizar su salud y porque se confirmó la ingesta de una droga (benzodazepina) en su chalet del dique La Ciénaga, cuando fue internada en el Hospital Pablo Soria.
Al mismo tiempo, apoderados de Sala presentaron en horas de la mañana de ayer un recurso de Habeas Corpus ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para rever el decisorio del Juzgado de Instrucción de Causas Nº 2 .
El apoderado legal de Sala, el Dr. Luis Paz decía ayer recibí una cédula de notificación sin fundamentos donde se me informa de la revocación de la prisión domiciliaria. Sin dudas forma parte del hostigamiento que genera este juez en toda causa que investiga contra Milagro Sala y remarcó, no entendemos porqué el resguardo pasa de la justicia ordinaria a la justicia federal. Todo nos resulta raro, agregó. Más tarde un comunicado de la organización Tupac Amaru, señalaba que recurrir a la CSJ está fundamentado por el supuesto agravamiento ilegítimo de la forma y condiciones de detención de Milagro Sala, que lesiona arbitraria e ilegalmente sus derechos constitucionales y pone en grave riesgo su salud y vulnera patentemente su derecho a la vida, a la integridad personal, al debido proceso legal y al trato digno a la persona privada de su libertad.
Por su parte, el juez Pablo Pullen Llermanos manifestaba ayer a la prensa, nos encontramos con obstáculos que ponen en riesgo la salud de Sala y la continuidad normal del proceso, y reveló que se probó en un expediente, con informes médicos y testimoniales, que Sala voluntariamente ingirió drogas, muy posiblemente con inyectables, para poner el riesgo su propia salud, y lo hace para entorpecer el procesamiento, por lo que no puedo permitir que eso ocurra.
Por ello puso de relieve que la permanencia de Sala en la casa de El Carmen dificultaba el control. No tenemos ninguna posibilidad con ese régimen, porque controlamos el ingreso de personas, y no sabemos cómo entraron las pastillas o los inyectables; y remarcó seguidamente, que hubo contradicciones en las declaraciones, ya que Milagro Sala negó haber tomado medicación, pero la hija aseguró que se había empastillado con antidepresivos, dando cuenta que al concederse la prisión domiciliaria, la familia y los abogados de la dirigente, debían informar sobre cualquier tratamiento o medicamento que tomara la dirigente, pero que eso nunca ocurrió. Añadió, que por la droga consumida es evidente que recibió la droga en grandes cantidades para no concurrir a la audiencia. Estaba drogada ex profeso y estas cuestiones no pueden ser admitidas, dijo.
Pese a ello, Sala ayer fue llevada al juicio desde Guemes, custodiada por personal del Servicio Penitenciario y de Gendarmería Nacional, e ingresó al recinto de forma tranquila, saludando a sus coimputados, pero luego se despachó con duras expresiones sobre el juez Pullen Llermanos y el gobernador Gerardo Morales, diciendo que la quieren ver muerta.
Sin embargo, luego se mantuvo en calma durante el desarrollo de la audiencia.