Decidimos producir sidra artesanal porque, en la zona, por las condiciones climáticas la manzana es la fruta que mejor se da, dijo Ana María Bárcena, de la agrupación Manzanas del Portal de la Quebrada, mientras su colega Yolanda Tarifa agregó: Siempre pensamos en darle un valor agregado, que sea una cosa bien nuestra y del lugar, ya que la fruta en sí tiene muy bajo precio para venderla en fresco.
Conformado por ocho familias de la región, Manzanas del Portal es uno de los cinco grupos de Cambio Rural que trabajan con el INTA para revalorizar la producción frutícola local.
Junto con la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy y los municipios locales, con el apoyo de los ministerios nacionales de Agroindustria y Desarrollo Social, estos grupos encaran procesos de diversificación productiva con potencial para lograr una mejora significativa de las cadenas frutícolas.
En la zona de valles áridos de Jujuy la producción frutícola se remonta a la época de la colonia, explicó Viviana Curzel, especialista en frutales del INTA Perico, para quien la provincia cuenta con materiales de inmenso valor: Manzanos, perales, durazneros y vides que a lo largo del tiempo han pasado por un proceso natural de diversificación, de selección natural y de adaptación al medio que los hace únicos.
Los productores de la región participaron de un taller sobre elaboración de sidra artesanal, organizado por el INTA, en el que conocieron la experiencia de Ernesto Barrera y María Inés Caparros, propietarios del emprendimiento Pulku, del Alto Valle de Río Negro.
El encuentro fue abierto para productores locales y de otras zonas productivas de Jujuy, emprendedores, técnicos, alumnos y profesores de escuelas agrotécnicas y público en general.
El grupo Manzanas del Portal se propuso aprovechar el atractivo turístico de la región para posicionar su sidra artesanal: La comercialización se hará en hoteles y negocios para aprovechar que hay un flujo importante de turismo por ser la Quebrada de Humahuaca Patrimonio cultural y natural de la humanidad, afirmó Tarifa.
En la Argentina, el quinto mayor consumidor de sidra a escala mundial precedido por Reino Unido, Sudáfrica, Estados Unidos y Australia, se vende entre 80 mil y 100 mil litros anuales de sidra artesanal, con una marcada estacionalidad: 75% de las ventas se concentra en diciembre.