Por ello solicitaron a las autoridades municipales y policiales, se adopten las medidas necesarias para evitar las estafas y se castigue a los responsables, aunque subrayaron que el contralor le corresponde al municipio.
El primer caso y que fue difundido a través de las redes sociales, ocurrió el martes último, cuando una mujer de avanzada edad, acudió a un local que funciona en una cerrajería de calle Leandro Alem, entre Urdininea y Fernández Campero. Allí pidió al dueño del local que le recargue 200 pesos, pero el sujeto argumentó que no tenía ticket para darlo, ante lo cual y confiada la señora abonó la suma requerida.
Sin embargo, cuando luego hizo uso de la tarjeta al subir a un colectivo, el indicador señalaba que tenía acreditada sólo 92 pesos, y que el comercio se quedó con los 100 restantes. Con posterioridad confirmó a través de sus hijos vía internet, que sólo se le había acreditado 100 pesos, motivo por el cual al día siguiente fue a reclamar al dueño del local, quien increíblemente le comentó no damos ticket porque dependemos de la Municipalidad y no se da ticket. Le devolvería la plata pero la recaudación se la llevaron ellos.
La familia acudió al municipio, donde les aclararon que los locales no dependen de la comuna y que es obligación dar ticket.
Pero lo grave es que al volver al comercio de calle Alem, el dueño amenazó a su hija porque había decidido escracharlo por las redes sociales, afirmando además, haga lo que quiera, yo no le voy a devolver nada y le cerró la puerta en la cara.
Otro caso y coincidencia mediante, se dio una semana atrás en otro local ubicado al frente de ese comercio y en donde funciona además una pañalera , ya que se dio un caso similar de una recarga de 200 pesos. Allí el damnificado fue un hombre, a quien tampoco le dieron ticket y delegando responsabilidad en el municipio. Se espera que desde la Fiscalía Penal y el Municipio se intervenga para evitar estos casos de estafa.
&n