Esta noche desde las 21 en el Centro de Arte Joven Andino (Alvear 534 de esta ciudad), se realizará el Homenaje a Eduardo Falú, el concierto estará centrado en distinguir al referente de la música folklórica con interpretaciones de destacadas obras de su amplio repertorio. Organizado por Horacio Zerpa (docente de guitarra en la Escuela Superior de Música y director del Ensamble Huasamayo), tendrá como invitadas a Paola Palacios Analía Sivila, a quienes acompañará durante el reconocimiento.
Zerpa, reconoció que se crió con la música de Eduardo Falú y Atahualpa Yupanqui, ambos referentes de la guitarra, citó también a Cacho Tirao, Andrés de Lucía y otros; a la vez que reconoció haber tenido una formación clásica de guitarra. Para esta noche, en forma individual incluyó en el repertorio que brindará al público asistente, obras como Murmullo de la laguna, un malambo; Pamperada, Nevando está (donde los arreglos son del homenajeado), Murmullo misionero, entre otros.
Falú, nació el 7 de julio de 1923 en El Galpón, Salta; atraído por esa curiosa sinfonía, a los 11 años ya tenía entre sus manos una guitarra, propiedad de su hermano mayor, Alfredo. Alfredo tomaba clases con un profesor y Eduardo lo copiaba al pie de la letra, y así ejecutó sus primeros tonos. A los catorce años se muda con su familia de Metán a Salta donde la guitarra lo termina de conquistar para siempre; en Salta conoce a Arturo Dávalos y poco después a Jaime Dávalos, autor de innumerables poemas a los que Falú le pone música.
Con el paso del tiempo se casa con Aída Nefer Fidélibus, a quien cariñosamente llama Nefer; la vida les dio dos hijos: Eduardo y Juan José. Juan José, al igual que su padre siente una gran afición por la guitarra y el canto. De estatura sobresaliente, ojos verdes, inundados de esa nostalgia de árabe acriollado en una tierra que aprendió a amar; de esa mirada que fluctuaba entre la interrogación y el asombro, se desprendía la bondad y la mansedumbre, y tal vez un dejo de altivez sin desafío, que dejaba al descubierto un alma verdaderamente límpida.
Eduardo Falú fue un artista multifacético, aclamado de forma internacional, imposible de encasillar dentro de una sola idea; guitarrista, cantante consumado y un distinguido compositor, la calidad de su barítona voz, fue admirada y amada en el mundo entero.
El homenaje de esta noche es, según comentó el maestro Horacio Zerpa, el primero de algunos que se realizará para recordar a grandes guitarristas de nuestro país y a la inmensa obra que dejaron tanto en obras clásicas como populares.