El diputado provincial de Partido Justicialista Distrito Jujuy, Alberto Matuk, efectuó ayer un respetuoso pedido al presidente partidario y al Consejo Provincial, y con la urgencia que el caso indica, se convoque a elecciones internas partidarias para elegir a los candidatos a gobernador, intendentes, diputados provinciales, concejales y vocales de las comisiones municipales.
Si pretendemos tener chances electorales, necesitamos candidatos legitimados por el voto de nuestros afiliados y hoy más que nunca, porque en el peronismo jujeño no existe nadie con la autoridad para elegir a quienes nos van a representar. El que pretenda ser candidato, que lo sea porque así lo han decidido los afiliados a través de las elecciones internas previstas en nuestra Carta Orgánica, remarcó Matuk.
Más adelante, recordó que en octubre del año pasado, se dirigió al presidente del PJ y al Consejo Provincial expresándole la necesidad de reorganizar nuestro partido para convertirlo en una alternativa superadora de la gestión nacional y provincial, y asumir la responsabilidad de la hora con autocrítica, grandeza y humildad, y dirigir los esfuerzos para la reconstrucción de la unidad del justicialismo jujeño.
Para esa tarea, consideró indispensable poner en marcha los mecanismos que conduzcan al recambio dirigencial, y con ese fin, propuso la modificación de la Carta Orgánica disponiendo que los cargos partidarios entre hombres y mujeres sean compartidos en un 50% y que las listas incluyan un cupo obligatorio de un 30% para la juventud.
Entendió también que era necesario como una contribución para la unidad, el dictado de una Amnistía General que permitiera el retorno al partido aquellos compañeros suspendidos de hecho, en la medida que los interesados expresen formalmente su voluntad política en ese sentido.
Y agregó entonces, que ante el abandono del gobierno del Frente Cambia Jujuy de las prácticas democráticas y ante la metodología autoritaria que lo caracteriza desarrollando su gestión a puertas cerradas y de manera inconsulta, se tornaba indispensable que el justicialismo subsane ese delicado déficit convocando a nuestra propia militancia y a todos los actores sociales, gremiales, económicos y políticos que componen nuestra sociedad a fin de implementar un Consejo Social y Económico.
Desde entonces no hubo concreciones de ningún tipo; lo que sí existe es un compromiso para que el 7 de febrero se reúna el Congreso Provincial y considere algunas de las propuestas descriptas. Lo que se advierte en el ámbito partidario es que todo se traba o se obstaculiza en razón de la interminable disputa por el poder de sectores internos, lo que no nos permite lograr la unidad. Esta delicada situación, es ajena a los afiliados y a nuestra militancia.