La comedia dramática Green Book, en la categoría de mejor comedia o musical, y la biopic sobre la vida del legendario cantante de Queen Bohemian Rhapsody: La historia de Freedie Mercury, en drama; fueron las grandes ganadoras de la 76 edición de los premios Globo de Oro que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.
En una gala realizada en el hotel Beverly Hilton de Beverly Hills, en Los Ángeles, Estados Unidos, también se destacó Roma, la intimista y personal cinta del mexicano Alfonso Cuarón que ganó en las categorías de mejor director y mejor película en idioma extranjero.
Ni Green Book, de Peter Farrelly, ni Bohemian Rhapsody, de Bryan Singer, eran señaladas en la previa como las principales candidatas en sus categorías, pero igualmente se alzaron con tres y dos premios cada una.
La cinta de Farrelly, quien dirigió junto con su hermano Bobby icónicas comedias como Tonto y Retonto (1994) y Loco por Mary (1998), incluso había sido señalada como fuera de lugar.
Es que pese a la experiencia en el género de su realizador, la trama de Green Book, sobre el viaje en 1962 del famoso pianista afroamericano Don Doc Shirley y su patovica y chofer neoyorquino Tony Vallelonga hacia los estados sureños de Estados Unidos, constituía para muchos en verdad un drama.
Las diferencias de personalidad entre el sofisticado pianista y el rudo hombre ítaloamericano, y su gira musical por los racistas territorios del sur profundo de todos modos conmovieron a los votantes y se llevaron también los premios a mejor actor de reparto para Mahershala Ali y a mejor guión.Por su parte, la cinta sobre Freddie Mercury, que contaba con la bendición de sus ex compañeros Brian May y Roger Taylor, sorprendió al vencer a Nace una estrella, que llegaba con cinco nominaciones y apenas se llevó el premio a mejor canción para Shallow, de Lady Gaga y Mark Ronson.
Bohemian brilla especialmente por su banda de sonido, que no es otra que la de la banda de rock británica Queen, y por la performance de Rami Malek en el papel de Mercury.
Donde no hubo sorpresa fue en el triunfo de Roma como mejor película de habla no inglesa, que incluso le reportó a Cuarón el galardón para el mejor director.
Con una tibia conducción del comediante Andy Samberg y la actriz Sandra Oh (quien se llevó su propia estatuilla como mejor intérprete femenina en drama de TV), estuvo menos marcada por cuestiones políticas que en años anteriores.
La representación de las minorías raciales, étnicas y sexuales era un tema dominante en varias de las cintas nominadas este año, por lo que diferentes presentadores y ganadores abordaron la cuestión.
Como en el discurso de Regina King al aceptar su premio a mejor actriz de reparto por El blues de Beale Street, cuando prometió que se asegurará de que todos los proyectos que ponga en marcha en adelante tendrán al menos un 50 por ciento de mujeres involucradas.
El resto de los premios mostró la misma dispersión que la del rubro televisivo, con numerosas películas que se llevaron sólo un Globo de Oro.
El británico Christian Bale se llevó el premio a mejor actor de comedia o musical por interpretar al ex vice de George W. Bush, Dick Cheney, en El vicepresidente: más allá del poder, que llegaba como la gran favorita con seis nominaciones.
Otros ganadores destacados fueron Olivia Colman (actriz de comedia, La favorita) y Glenn Close (actriz dramática, La esposa).
ROMA, LA MEJOR PELICULA EXTRANJERA
Roma ganó el Globo de Oro a mejor director para el mexicano Alfonso Cuarón y a la mejor película en idioma extranjero, con lo que sube los primeros peldaños hacia el ansiado objetivo de Netflix de conseguir el Oscar, que posicione a la plataforma de video a demanda como casa productora cinematográfica de prestigio.
La película en blanco y negro, versión semibiográfica de la crianza de Cuarón en la colonia Roma de Ciudad de México y de la importancia que tuvo para él la empleada de servicio, que fue casi una segunda madre en su niñez, es a la fecha la apuesta más fuerte de Netflix, en su obstinado objetivo de hacerse con un premio importante de la crítica especializada estadounidense.
La plataforma comenzó a lanzar decenas y decenas de filmes propios en 2015, pero cada año obtiene numerosas nominaciones y también galardones sólo en el rubro de las series.
Si bien el gigante del streaming ya obtuvo el premio Oscar a mejor documental en 2018 por Icarus y a mejor corto documental en 2017 por The White Helmets, el premio máximo del cine en las categorías más reconocidas aún le es esquivo.
Por ello, Netflix comenzó a invertir en los proyectos de cineastas de renombre y una filmografía de autor, como lo son el mexicano Alfonso Cuarón, los hermanos Coen (que en 2018 presentaron en la plataforma La balada de Buster Scruggs) o Martin Scorsese (que prepara con elenco estelar The Irishman para este año).
Pero además, la compañía de Los Gatos, California, no tuvo más alternativa que flexibilizar para esa clase de proyectos su estrategia de distribución: ya no estrenar esos filmes exclusivamente en la plataforma, sino permitir un estreno limitado durante una breve ventana en cines comerciales, una estrategia que estaría resultando.