El diputado nacional Máximo Kirchner defendió ante la justicia los negocios de la sociedad familiar Hotesur con el detenido contratista de obra pública Lázaro Báez y pidió ser sobreseído en la causa que lleva el nombre de esa empresa.
El hijo mayor de los ex mandatarios Néstor y Cristina Kirchner pasó ayer por los tribunales federales de Comodoro Py para prestar declaración indagatoria: presentó un escrito y se negó a responder preguntas. Las operaciones que se me imputan fueron analizadas en, por lo menos, cuatro procesos judiciales que concluyeron con el dictado de sendos sobreseimientos o el archivo de las actuaciones por inexistencia de delito, sostuvo Máximo en el escrito.
En el caso Hotesur, que tiene como juez a Julián Ercolini, se investiga una supuesta maniobra de lavado de dinero proveniente de sobornos de contratistas de obra pública, como el empresario detenido Lázaro Báez.
Para los investigadores judiciales, los sobornos se habrían pagado a través de la simulación de alquileres de habitaciones del hotel Alto Calafate, administrado por la firma Hotesur, de la familia Kirchner.
Los primeros accionistas de Hotesur fueron Néstor y Máximo Kirchner, pero tras la muerte del ex presidente, en octubre de 2010, ingresaron a la sociedad comercial primero la ex mandataria Cristina Kirchner y después su hija, Florencia, citada a indagatoria para el miércoles.
Mi intervención en los actos de comercio que se llevaron a cabo entre los años 2005 y 2009 tuvo lugar, básicamente, en mi carácter de mandatario de Néstor y/o Cristina Kirchner, sostuvo Máximo Kirchner en el escrito que presentó ayer.
Ya sea como mandatario de Néstor Kirchner, administrador de su sucesión o en representación de Hotesur SA, suscribí contratos de alquiler en cumplimiento de los deberes asignados, agregó.