Tanto Juan Víctor Aramayo como Zenaida Fernández, cuestionaron la lentitud de las investigaciones y la supuesta protección que se estaría dando desde la Fiscalía hacia algunos personales sindicados como sospechosos y sobre los cuales no se actuó ni se los citó a declarar. Según los progenitores, serían policías, hacia quienes vuelcan todas las posibilidades de que fueran los autores materiales del homicidio.
Conviene citar que con anterioridad, los padres presentaron una denuncia en contra del Agente Fiscal de Investigación Penal Nº 3 Dr. Carlos Enrique Farfán por su actuación en el expediente, escrito que motivó un sumario interno en el Ministerio Público de la Acusación Fiscal y por el cual el fiscal está siendo objeto de una auditoría.
Los Aramayo sostienen que hay policías que están involucrados tanto en el encubrimiento de su desaparición y posterior asesinato, relacionando el hecho al funcionamiento de lo que era el cabaret Wolf en Alto Comedero, donde Romina se desempeñaba como bailarina y acompañante.
Por ello la marcha a efectuarse el próximo miércoles 23 del presente mes, tendría punto de concentración en plaza Belgrano para luego dirigirse hacia la sede del Ministerio Público de la Acusación Fiscal ubicada en avenida Urquiza de esta ciudad.
Los Aramayo mencionaron que habría un policía de apellido Velázquez involucrado en el crimen, y adjudican falta de citación o investigación, a ex miembros de la Brigada de Investigaciones y a los ex jefes policiales de aquel entonces, porque estarían involucrado como cómplices y por no investigar este caso.
Luego dijo hubo deficiencias detectadas en cuanto a los allanamientos. Cuando fuimos al lugar donde habría muerto, encontramos un zapato de mi hija y llama la atención que no se haya hecho nada; dando cuenta además que las compañeras de Romina, habían declarado ciertas actividades privadas que se realizaban en el lugar (en el obrador de una empresa de construcción de Los Molinos) y tampoco fueron investigadas.
Cuando llevamos posibles conexiones con los policías, él (por Farfán) miraba para otro lado y me decía, cómo sabe usted. Yo soy el padre e investigo. Recibí un llamado anónimo que indicaban qué policías estaban involucrados en el crimen.
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