PRESUPUESTO 2026
El voto de la senadora jujeña del Partido Justicialista, Carolina Moisés, a favor del Presupuesto Nacional 2026 impulsado por el gobierno de Javier Milei volvió a encender la polémica dentro y fuera del peronismo. No se trató de una ley menor ni de un gesto marginal: el Presupuesto es la columna vertebral de cualquier proyecto político y económico. En este caso, uno atravesado por un ajuste profundo que recorta en educación, salud, ciencia, atención a la discapacidad y políticas sociales, mientras consolida la lógica de déficit cero exigida por el Fondo Monetario Internacional.
La pregunta que emerge con fuerza es si este voto debe leerse como una "traición" aislada de una dirigente en particular o como parte de una conducta política más amplia, sistemática y funcional al rumbo que impone el Ejecutivo libertario.
UN PRESUPUESTO DE AJUSTE ESTRUCTURAL
El Presupuesto 2026 aprobado por el Senado implica un retroceso histórico en materia de derechos sociales. Entre sus puntos más graves se encuentra la eliminación del piso del 6% del PBI destinado a educación, una conquista lograda tras décadas de lucha del movimiento educativo. Además, se borra el sendero de inversión en ciencia y técnica, se recortan fondos para universidades nacionales y se desfinancia de manera directa a la educación técnica, clave para el desarrollo productivo y la formación de trabajadores calificados.
El llamado capítulo 30, aprobado con 42 votos a favor y 28 en contra, se convirtió en el núcleo del desguace presupuestario. Allí se concentran los recortes más sensibles: educación pública, salud, programas de discapacidad y políticas de inclusión social. Mientras tanto, los recursos se redistribuyen discrecionalmente hacia provincias alineadas con la Casa Rosada, reforzando un esquema de premios y castigos políticos.
La "motosierra" de Milei, símbolo de su programa de ajuste brutal, no distingue áreas estratégicas ni sectores vulnerables. Y en ese escenario, Carolina Moisés optó por acompañar al gobierno nacional.
ANTECEDENTES DE UNA LINEA POLITICA
El voto al Presupuesto 2026 no es un hecho aislado. Moisés ya había apoyado anteriormente el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una iniciativa duramente cuestionada por amplios sectores sociales y políticos por otorgar beneficios extraordinarios a grandes corporaciones muchas de ellas multinacionales a costa de recursos estratégicos, soberanía económica y capacidad regulatoria del Estado. Ambos votos responden a una misma lógica: acompañar reformas estructurales que profundizan un modelo extractivista, regresivo y dependiente.