"El fentanilo dio mal": los explosivos chats entre el personal del laboratorio

INVOLUCRADO EN 96 MUERTES

Así como en las escuelas están los "chats de mamás", o los "chats de familia", en las empresas de Ariel García Furfaro estaba el "chat de empleados". Los intercambios epistolares entre el personal de mantenimiento, directores técnicos y otros profesionales que trabajaban en el Laboratorio Ramallo SA y HLB Pharma Group SA, investigados por producir, distribuir y vender fentanilo adulterado con dos bacterias, vinculado a la muerte de 96 personas en la causa penal que instruye el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, es revelador.

Por momentos, indignante. Son una muestra cabal de las irregularidades que existían en la producción de medicamentos y las condiciones en las que se encontraban los establecimientos. También que los responsables de las plantas de producción sabían cuándo las autoridades del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), que depende de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), iban a inspeccionar el lugar.

Algunas de esas comunicaciones son explosivas. Literal. En un intercambio entre técnicos y responsables del laboratorio, en el contexto de la manipulación y almacenamiento inadecuado de reactivos y sustancias químicas, uno de ellos dice: "Pudo haber explotado eso tranquilamente", se refiere a Laboratorios Ramallo, el lugar en donde el 18 de diciembre de 2024 se fabricó el lote 31202 de fentanilo contaminado.

Los chats no fueron filtrados a Infobae por una fuente oscura, desconocida e interesada: forman parte de la acusación que realizó el Ministerio Público Fiscal, a través del cual se le solicitó al magistrado la detención de diez personas, entre ellos la familia García Furfaro, directores técnicos y personal de mantenimiento.

En los teléfonos de los imputados en la causa quedó expuesto que antes de una inspección de la ANMAT, los trabajadores escondieron "todos los reactivos vencidos", dejándolos fuera de los sectores habilitados del laboratorio y expuestos a la intemperie, "abajo de la lluvia" y al calor. La conversación expresa preocupación porque esos reactivos, mal almacenados y vencidos, estuvieron sin protección adecuada, lo que aumentaba el riesgo de descomposición, derrame o incluso una explosión por reacción química debido a factores ambientales como el calor o la humedad.

El diálogo del 8 de marzo de 2025 está acompañado de una foto que muestra a los reactivos y productos químicos al aire libre y expuestos a la intemperie.

Por eso, otro participante remarca: "Pudo haber explotado eso tranquilamente", reflejando el peligro concreto, el descuido en las prácticas internas y el potencial daño tanto para las personas como para la infraestructura del laboratorio.

Así se trabajaba en los laboratorios que facturaban miles de millones de pesos anuales al vender a bajo costo, pero de dudosa calidad, medicamentos aprobados por la autoridad sanitaria a la mayoría de las provincias del país y municipios de la provincia de Buenos Aires.

En la valiosa reconstrucción que se realizó en la causa, la Fiscalía Federal 1 de La Plata, a cargo de Laura Roteta, remarcó en color amarillo los principales hallazgos. Los chats también describen la falta de pintura, la imposibilidad de producir medicamentos porque escondieron drogas (reactivos) vencidas, su exposición al sol y la lluvia.

Ver más:

Ultimas Noticias