Preapertura del sitio arqueológico Pucará de Tilcara

Después de nueve meses, el sitio arqueológico más importante del norte argentino, el Pucará de Tilcara, hará una preapertura éste fin de semana para los vecinos y turistas que elijan pasar el fin de semana en la villa turística en el centro de la Quebrada de Humahuaca. Hoy, mañana y el domingo desde las 14 iniciará los recorridos en grupos de hasta 15 personas con un guía que los llevará por los distintos sectores de la reserva natural conocida en todo el país y en gran parte de mundo por su valor histórico.

En todo este tiempo en que permaneció cerrado, las autoridades del Instituto Interdisciplinario Tilcara junto al personal, se abocaron en la elaboración de los protocolos y el diseño de la nueva modalidad de visita que obliga las condiciones sanitarias actuales por el Coronavirus. Desde hoy hasta el domingo las visitas se cumplirán desde las 14 hasta las 19, los turnos para ingresar se extenderán en el acceso al predio, y durante el recorrido el cumplimiento del protocolo establecido será muy estricto.

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Este fin de semana será además, una preparación para la apertura oficial del Pucará, prevista para el próximo 26 y quienes deseen participar en la visita de esa jornada, deberán reservar los turnos escribiendo al E-mail: [email protected] Desde que se produjo la apertura turística local a principios de octubre, los jujeños estuvieron expectantes por visitar el sitio arqueológico, y mucho más aún desde el 1 diciembre cuando la Provincia abrió sus puertas al turismo nacional.

El Pucará es uno de los numerosos poblados prehispánicos distribuidos en la Quebrada de Humahuaca. El sitio arqueológico está emplazado en la parte media de la región, sobre un cerro de 80 metros de altura al margen izquierda del río Grande.

Este poblado, se estima fue ocupado entre fines del siglo XI d.C. y el momento de contacto hispano - indígena (siglo XVI d.C.), presenta una concentración de estructuras arqueológicas, de las cuales se visualizan solo los muros y cimientos, parte de las antiguas viviendas, talleres, plazas, tumbas y espacios ceremoniales, que habitaron los pobladores del Pucará.

A partir de 1908, los primeros arqueólogos en investigar el sitio iniciaron tareas de restauración en algunas de estas estructuras construidas con piedras argamasadas, pero a mediados del siglo XX se reconstruyen gran parte de las mismas, y fueron refuncionalizados como senderos turísticos.