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A 20 AÑOS DEL TITULO DE 2001
Reinaldo "Mostaza" Merlo, el técnico que terminó con los 35 años sin títulos de Racing Club a nivel local, definió como "hermoso" haber salido campeón con "La Academia" en el vigésimo aniversario de aquella proeza futbolística.
"Cada año que pasa se me viene a la mente lo hermoso que fue salir campeón con Racing después de tanto tiempo, por el festejo de la gente, por Racing mismo, por los jugadores y por todo lo que sentí a nivel personal como entrenador", recordó Merlo en diálogo con Télam.
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"A nosotros nos pasó que después de la sexta fecha (0-0 ante Belgrano en condición de local) nos pedían el título. La gente de Racing paraba el micro pasando el Puente Pueyrredón y tardábamos cincuenta minutos en llegar al estadio", siguió el exfutbolista surgido en River Plate.
"Tratamos de no jugar al ritmo de la gente, pero lo fundamental fue la personalidad y el carácter de los jugadores que no se dejaron llevar por todo lo que les pedían", continuó sobre uno de los motivos por lo que el plantel profesional pudo mantener la tranquilidad ante la ansiedad de los hinchas "académicos".
"Nuestra idea era salir a jugar los partidos y ganar, pero no al ritmo de la gente. Los jugadores fueron los que absorbieron todo. Yo soy la parte de afuera", añadió.
Merlo, actual técnico de Defensores Unidos de Zárate, rememoró una de las charlas que tuvo con el plantel al inicio del segundo semestre de la temporada de 2001.
"Cuando arrancamos el torneo le dije a los jugadores que cuando estuviéramos en la punta del torneo no la teníamos que dejar. Teníamos que seguir jugando bien y, además, los jugadores hicieron un esfuerzo bárbaro" expresó.
"Sabíamos lo que queríamos adentro del campo, el equipo estaba bien tácticamente con muy buenos jugadores y con carácter y así llegamos al final", continuó.
"Mostaza", además destacó al plantel campeón en 2001 como un grupo con "mucho carácter y mucha personalidad", a la vez que resaltó el "equilibrio" que tenía el equipo en todos los sectores del campo de juego.
"Éramos un equipo con mucho carácter y mucha personalidad, atacábamos por adentro y por afuera, con (Gerardo) Bedoya y (Martín) Vitali por cada banda, a Milito por un lado, las diagonales de (Maximiliano) Estévez, la presión en el medio de (Adrián) Bastia, (Gustavo) Barros Schelotto y (José) Chatruc. Estaba bien equilibrado el equipo", analizó.
"Nos complicaban como a todo equipo que sale a buscar los partidos, pero éramos un grupo fuerte de carácter y que además sabía tratar bien la pelota", dijo en referencia a una de las virtudes del plantel.
