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El presidente Mauricio Macri aseguró en Italia estar “esperanzado y optimista” respecto de que “dentro de un par de semanas” se alcance un acuerdo con los holdouts y aseguró que Argentina está abierta a la llegada de ingenieros italianos, ya que hacen falta siete mil por año.
Macri concedió una entrevista al diario de Milán Corriere Della Sera durante su paso por Roma, adonde mantuvo un encuentro oficial con el papa Francisco, que se llevó a cabo el sábado.
Cuando fue consultado por el matutino italiano sobre los plazos en que estará resuelto el conflicto con los tenedores de bonos argentinos, Macri sostuvo: “Estoy confiado en que se cierre el conflicto con los acreedores dentro de un par de semanas. Confiado y optimista”, aseguró.
Por otra parte tras destacar su buena relación con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien vino a la Argentina a mediados de mes y recibió a Macri el sábado en Roma, el jefe de Estado destacó que más allá de la “buena química” entre ambos han “comprendido que existe una nueva oportunidad para la búsqueda de un flujo migratorio entre ustedes y nosotros después de 12 años de congelamiento”.
“Nosotros tenemos las mejores materias primas del mundo y ustedes tienen un sector de pequeñas y medianas empresas que tienen gran experiencia y profesionalismo”, afirmó, además de recordar que entre los dos países existe “una natural confluencia cultural”.
En ese sentido, cuando fue consultado acerca de las necesidades de Argentina, manifestó que se precisan “profesionales, faltan millares, mientras ustedes los tienen”.
“Cada año tenemos cuatro mil ingenieros menos de los que se necesitarían y solo la industria petrolera está lista para absorber siete mil. La Argentina tiene un espacio enorme y los italianos son bienvenidos”, destacó.
Al referirse al encuentro con el Papa, el diario italiano recordó que recibió a Macri 22 minutos “dos más de la práctica burocrática” y lo consideró el “indicio de una relación compleja entre el Pontífice y la clase política de su país que, cómo mínimo no prevé favoritismos”.
Ante esto, Macri advirtió que la del sábado fue la primera vez que el Papa recibe a un presidente argentino en forma oficial, “no privada”, en referencia a las varias oportunidades en que su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, se encontró con Francisco.
“Estamos orgullosos de Francisco, es el argentino más importante del mundo. Lo estamos desde el punto de vista nacional y más desde lo religioso”.
Cuando se le preguntó sobre el gesto del Papa de enviar un Rosario a la dirigente social Milagro Sala, detenida en Jujuy, dijo preferir “trabajar siempre sobre el camino del refuerzo de una justicia independiente del poder político. El Estado de Jujuy es independiente y en consecuencia respeto las decisiones de la magistratura local”, subrayó.
Luego el periodista le recordó las versiones sobre el mal vínculo de Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires con los Kirchner, ante lo que Macri sostuvo que hay personas que “tienden a sembrar diferencias que atribuyen al Papa, cosas que se supone que piensa, sin tener autorización”.
“Francisco no tiene necesidad de interpretes, cuando quiere decir una cosa lo dice con claridad, no?”, manifestó.
Luego dijo sentirse respaldado por el Papa en el objetivo de lograr una Argentina “unida, sin rencores, rabias ni divisiones”.
En cambio, sostuvo, Fernández de Kirchner “alimentó tensiones y divisiones que han sido muy negativas para el país”, pero dijo preferir “hablar del futuro”.
