Tomó estado parlamentario en la Cámara Baja nacional un proyecto firmado por la diputada por Jujuy Alejandra Martínez para que sea sancionada una ley que establezca en 90 decibeles el nivel máximo del sonido de las detonaciones de los productos de pirotecnia. Hemos evolucionado como sociedad y eso hace que tengamos sensibilidad para darnos cuenta que resulta indispensable la empatía, ponernos en el lugar del otro, este proyecto promueve la prohibición del uso de pirotecnia con el objetivo de resolver problemáticas que se generan en muchas familias y que para otros pasan desapercibidas, dijo la legisladora.
Diferentes asociaciones que protegen a las personas con trastorno del espectro autista vienen reclamando que se termine con el uso de la pirotecnia que genera estruendos y afecta su salud, fundamentalmente en los niños con cuadros de TEA, que sufren crisis, situaciones de temor, y en algunos casos llegan inclusive a autolesionarse, apuntó.
Para elaborar el proyecto contó con colaboración del abogado Agustín Garlatti y muchas asociaciones, entre ellas Narices Frías, los voluntarios del Hogar San Roque, que reclaman por una norma que termine con esta problemática, dijo.
El proyecto busca prohibir en el país el uso, la producción, la fabricación y la manipulación de artículos de pirotecnia que tengan más de noventa decibeles.
Garlatti dijo que si bien en diferentes municipios del país existen ordenanzas sancionadas y hasta en algún caso hubo una audiencia pública, se requiere de una ley del Congreso para que tenga alcance nacional. Podemos hacer un análisis integral y entender que todos podemos aportar y que, a lo mejor, se puede orientar la venta hacia otro tipo de pirotecnia.
La verdad es que a todas las personas nos provoca un daño. A los bebés les causa estrés, temor, desorientación, no se trata de fundamentalismo, se trata de ser prácticos y reconocer que no es posible que se permita que haya gente que sufra, remarcó. Por eso es que nos parecía indispensable que hubiera una norma que contemplara y prohiba el uso de estos productos, que tanto daño hacen, agregó Martínez.
Sobre el rol de las protectoras de animales, dijo que han venido reclamando con justa razón la adopción de medias en salvaguarda de las distintas especies que también se ven afectadas por las bombas de estruendo, como las que se hace detonar en fiestas patronales, marchas y movilizaciones.
Puntualizó que su iniciativa considera otros dos aspectos, que son: que el órgano de aplicación desarrolle campañas de sensibilización y de concientización, y por otro, un régimen de sanciones ante el incumplimiento de lo normado, que serían multas que están establecidas entre una y quince veces el salario mínimo vital y móvil, siendo que el fondo resultante se destine a financiar acciones de concientización.