Un hombre de 42 años de edad que compartía momentos con amigos en la madrugada de ayer en avenida Olavarría del barrio Cuyaya, se descompensó y falleció al instante producto de un paro cardiorrespiratorio fulminante, provocando el escozor entre sus compañeros.
El desgraciado suceso tuvo lugar ayer cerca de las 07:35 en avenida Olavarría casi esquina Yécora del barrio Cuyaya, cuando varias personas aparentemente compartían bebidas dentro de un rodado, y en determinado momento uno de ellos descendió del rodado.
No caminó mucho que se descompensó y cayó a la cinta asfáltica. Al advertir la situación los amigos intentaron reanimarlo al tiempo que otros daban aviso al 911 y al Same.
Cuando llegaron los paramédicos desgraciadamente el masculino identificado posteriormente como Marcos Antonio R., de 42 años de edad, había dejado de existir. La víctima residía en un domicilio del mismo barrio Cuyaya.
También se hizo presente personal de la Comisaría Seccional N´ 4 de dicho sector barrial, labrando las actuaciones sumarias del caso con anuencia de la Fiscalía Penal de feria.
Luego de la autopsia efectuada en la morgue judicial de Alto Comedero, en horas de la tarde de ayer se estaba entregando el cuerpo a los familiares para las correspondientes exequias.
El paro cardíaco repentino es la pérdida repentina e inesperada de la función cardíaca, la respiración y el conocimiento. Suele surgir de una alteración eléctrica en el corazón que modifica su acción bombeadora y detiene el flujo sanguíneo al resto del cuerpo.
Los síntomas del paro cardíaco repentino son inmediatos y drásticos y comprenden: colapso súbito, falta de pulso, falta de respiración y pérdida del conocimiento. El paro cardíaco repentino es diferente de un ataque cardíaco.