El presidente Mauricio Macri le transmitió ayer a su par de Estados Unidos, Donald Trump, la preocupación del gobierno argentino por la decisión de la Casa Blanca de aplicar aranceles de 25% y 10% a las importaciones de acero y aluminio.
A través de un contacto telefónico, Macri le expresó a Trump su preocupación por el potencial efecto negativo que estas medidas pueden tener sobre la economía argentina, se informó oficialmente.
Trump se comprometió a evaluar la posibilidad de hacer lugar a un pedido para que la Argentina sea exceptuada de cualquier medida restrictiva que afecte las exportaciones de acero y aluminio hacia ese destino.
El contacto mantenido durante la fecha por Macri con Trump se inscribe en la estrategia adelantada durante la víspera por la Cancillería y el Ministerio de Producción de dialogar con las autoridades correspondientes de los Estados Unidos con miras a lograr la excepción de esos aranceles para las exportaciones argentinas de ambos productos.
La apelación al diálogo esgrimida por el gobierno argentino contrastó con la postura de Brasil, ya que el gobierno del presidente Michel Temer advirtió que iba a apelar a mecanismos multilaterales por la decisión de Estados Unidos, que disparó temores a una guerra comercial de alcance global.
La estrategia argentina parte de la posibilidad de que el presidente Trump finalmente pueda dejar afuera del sobre arancel a los productos nacionales debido a que al realizar el anuncio el mandatario estadounidense dijo que Canadá y México podrían ser exceptuados en esta instancia y que incluso otros países podrían también ser incorporados a ese privilegio.
En la Cancillería y el Ministerio de Producción recordaron que la Argentina ya envió el viernes pasado - ante la inminencia del anuncio concretado el jueves- sendas notas al titular del Departamento de Comercio así como al Representante de Comercio norteamericano precisando los motivos por los cuales nuestro país entiende debería quedar exento de esta aplicación arancelaria.
Entre estos argumentos, se destaca la baja participación que tienen las ventas nacionales en el mercado estadounidense.
Al respecto precisaron que las exportaciones argentinas representan sólo 0,6% del acero y 2,3% del aluminio de todas las importaciones que hace Estados Unidos en ambos rubros y por lo tanto Argentina no es causante ni contribuye a las distorsiones que afectan a los mercados mundiales y a los Estados Unidos.
Desde el sector privado, la Cámara Argentina del Acero -en un comunicado dado a conocer el 1 de marzo pasado- manifestó preocupación ante la posibilidad de que el presidente Trump imponga un arancel del 25% a las importaciones de acero que realiza EE.UU., una decisión que finalmente se materializó ayer jueves.
El anuncio del presidente Trump tendría como resultado la afectación de las exportaciones argentinas de productos de acero que se venden a dicho país. En 2017 se despacharon a dicho mercado más de 200.000 toneladas de tubos de acero sin costura, producto de alto valor agregado para la industria del petróleo, los cuales podrían verse fuertemente afectados por la medida anunciada, advirtió la cámara.
La entidad empresaria alertó además, que esa decisión podría generar un desvío de comercio hacia Latinoamérica -y Argentina en particular- de productos de acero, que muchas veces ingresan en condiciones de comercio desleal provenientes desde países como China, Corea del Sur, Vietnam, Rusia, y Ucrania.
En Brasil, por su parte, a través de un comunicado firmado por los ministros de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes Ferreira, y de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Marcos Jorge.