OTRO ATAQUE DEL EI DEJÓ 15 MUERTOS
Un ataque suicida que ayer dejó 15 muertos en una unidad del Ejército en Kabul volvió a sacudir a Afganistán, luego de una sangrienta semana con centenares de víctimas en el país en varios atentados casi consecutivos reivindicados por el grupo Estado Islámico o el movimiento talibán.
Después de tres ataques contra civiles que en los últimos ocho días se saldaron con la muerte de casi 140 personas, los insurgentes asaltaron ayer las instalaciones de un batallón del Ejército afgano situado cerca de la Academia Militar Marshal Fahim en el área de Oargha, en el oeste de la capital.
El EI reivindicó el atentado poco después, pero el vocero del Ministerio de Defensa afgano, Dawlat Waziri, desestimó la afirmación y culpó en cambio a la red Haqqani, una organización islamista radical vinculada a los talibanes afganos y que presuntamente tiene su base en el vecino Pakistán.
Hacia las 5 de la madrugada, cinco insurgentes kamikazes irrumpieron en la academia armados con chalecos explosivos, granadas, lanzamisiles, rifles AK-47 y bombas, según indicó el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado.
Dos de los atacantes murieron al detonar los explosivos que portaban y otros dos durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que se prolongaron cerca de cinco horas, agregó la nota.
Un quinto yihadista fue capturado con vida, dijo Waziri a la agencia de noticias EFE. Confirmamos que 11 soldados del Ejército han muerto y hay 16 heridos, remarcó.
La agencia de noticias Amaq, vinculada al EI, informó ayer sobre un ataque por parte de los combatientes del Estado Islámico contra la Academia Militar en la ciudad de Kabul.
Sin embargo, Waziri insistió: El EI no tiene el nivel para llevar a cabo este tipo de ataques, estos ataques están siendo perpetrados por los Haqqani.Y desde el Ministerio de Defensa vincularon la acción de ayer contra el Ejército con los ataques de la última semana, que según el gobierno afgano se cometieron bajo las órdenes de agencias de inteligencia de países de la región, en aparente referencia a Pakistán.En concreto, entre talibanes y yihadistas, se perpetraron en los últimos días cuatro ataques mortíferos en Afganistán, una oleada sangrienta que se cobró casi 150 vidas.
El sábado pasado los talibanes reivindicaron un ataque con una ambulancia bomba en el que 103 personas murieron y más de 200 resultaron heridas.El 24 de enero, un asalto del EI contra una oficina de la organización humanitaria Save the Children en Jalalabad, en este del país, causó 11 muertos, mientras que la noche del 20 de enero, 40 personas fallecieron en el ataque talibán al Hotel Intercontinental de Kabul.
El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, prometió extensa y pronta represalia contra los insurgentes después de los ataques.
Y advirtió que la venganza de nuestra nación será extensa y pronta, durante un discurso junto a su par indonesio, Joko Widodo, de visita en Kabul.Esta vez aceptaron la responsabilidad para permitir que su amo se libre del aislamiento político, afirmó Ghani sobre la reivindicación del EU, al referirse aparentemente a la presión puesta por Estados Unidos sobre Pakistán para que no apoye a grupos extremistas.