Las actividades formales comenzaron con las palabras de Ariel Sigal, jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, y Demian Reidel, vicepresidente segundo del Banco Central, a cargo de la delegación argentina en el G20 junto con Laura Jaitman.
Tras las palabras de bienvenida se fijaron seis reuniones intercaladas bajo el formato de bloques de trabajo.
A mediodía se concretó la tradicional foto de familia de los asistentes al encuentro, que incluyó a los 41 representantes de los países del G20 (dos por cada uno de los 19 miembros, más tres de la Unión Europea), cinco de países invitados y uno de cada una de las 11 organizaciones internacionales participantes.
La mecánica de trabajo del G20 contempla que los representantes de los países sesionan a puertas cerradas y no hay voceros de las reuniones, por lo que la información de las discusiones son transmitidas por los funcionarios de cada país o su sherpa, como denominan al representante del país ante el G20, que en el caso argentino es Pedro Villagra.
Esta es la primera de las más de 50 reuniones técnicas y ministeriales que hará el G20 antes de la cumbre de presidentes que se llevará a cabo en la Ciudad de Buenos Aires en diciembre de 2018.
El jueves, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dieron la bienvenida oficial a los funcionarios que arribaron al Hotel Llao Llao, donde se desarrolla el encuentro.
Este evento se realiza en el contexto de jornadas radiantes, con temperaturas que superan los 25 grados y cielo despejado, frente al lago Nahuel Huapi en calma y la cordillera de los Andes con nieve en sus cimas, paisaje que sólo se vio alterado el jueves por el fuerte despliegue de seguridad entre el aeropuerto y Llao Llao, y que ayer quedó circunscripto a los alrededores del hotel.-