La presión tributaria total, que abarca el peso de los impuestos federales, provinciales y municipales, se incrementó 12,6 puntos entre 1998 y 2016, período en el que registró un pico máximo en 2015 al representar un 34,8 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), indicó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
El mínimo de presión tributaria fue registrado en 2002, año en el que alcanzó al 20% del PBI.
En 2016 la presión tributaria registró una caída de 0,8 puntos porcentuales, aunque esa reducción se acrecienta si se excluye del análisis el efecto del sinceramiento fiscal, en cuyo caso la presión tributaria del año pasado fue del 33% del PBI, agregó.
Entre los factores que explican el aumento sostenido de la presión tributaria en el período analizado, se encuentran la creación y suba de impuestos en la crisis de la convertibilidad, débitos y créditos bancarios, y derechos de exportación; la recuperación de la actividad económica y el empleo; la suba de los precios internacionales de las materias primas; la nacionalización de los fondos de pensión; y la falta de actualización de los parámetros del Impuesto a las Ganancias, sostuvo el investigador principal del Cippec, Walter Agosto.
Los aportes y las contribuciones a la seguridad social fueron el rubro de mayor incidencia en el aumento global de la presión tributaria a lo largo del período, con un incremento de 3,5 puntos porcentuales del producto.