Marcha por la Justicia y contra la corrupción

Miles de personas se congregaron ayer frente al Palacio de Tribunales de esta capital con velas en las manos para reclamar justicia, en una nueva cruzada popular para exigir respuesta en las causas impunes y repudiar la corrupción.

Fue un fuerte reclamo hacia los jueces para que cumplan su rol.

Esta protesta -otra más- se realizó, un mes y medio después de la movilización a los tribunales federales de Comodoro Py, en reclamo de una “justicia independiente” y en repudio de “jueces y fiscales cómplices”, para que avancen de manera más rápida y decidida los procesos judiciales que enfrentan las principales figuras del kirchnerismo por actos de corrupción.

Mencionaron a Cristina Fernández de Kirchner, a Julio De Vido, pero también a Carlos Menem, el veterano senador que busca renovar fueros, pese a tener varias condenas penales.

A las 18, se prendieron velas, uno de los pedidos que habían hecho los convocantes, como una imagen para “tratar de iluminar a la Justicia y que la luz de la verdad ilumine el entendimiento de los jueces”.

Con las palabras de Paolo Menghini, padre una víctima de la tragedia de Once, arrancó la marcha contra la corrupción, que luego tuvo la palabra de la filósofa y titular de Usina de Justicia, Diana Cohen Agrest. Son padre y madre de dos hijos arrebatados de manera violenta por una etapa de descomposición de la Argentina.

El primero, papá de Lucas, muerto y abandonado entre los hierros retorcidos de un tren, en 2012; y la segunda, mamá de Ezequiel, el estudiante de cine asesinado en un asalto, en 2011.

Las voces de ellos apuntaron contra los funcionarios responsables por la corrupción durante el gobierno anterior pero, sobre todo, a algunos jueces que, al atarse a los rigorismos de los códigos, facilitan las estrategias escapatorias de los funcionarios acusados de corrupción. “Pronto estos familiares vamos a llevar a Julio De Vido a los tribunales, alguien que se creía impune”, afirmó Menghini, que abrió el acto. 

“¿Quién puede ir a pedir trabajo con cinco causas judiciales?”, agregó el padre de Lucas -en referencia a los procesos penales que enfrenta el ex ministro de Néstor y Cristina Kirchner-, durante la lectura de un documento.

“Donde no hay castigos, no hay justicia y sin justicia no hay república”, resaltó.

Luego fue el turno de Diana Cohen Agrest, quien comparó la situación de corrupción argentina con la de otros países del mundo.

“El poder judicial no tiene que estar sesgado por el poder político”, dijo la diputada por Cambiemos, Silvia Lospennato.

“Tenemos que hacer una depuración en la Justicia. Pero apoyar a los fiscales y jueces buenos”. Fue una de las diputadas del PRO que estuvieron entremezclada en la gente que, en su mayoría, simpatizaba con el Gobierno.

Además de esa diputada, estaban Waldo Wolff, Fernando Iglesias, Luis Brandoni y el jurista Alejandro Fargossi.

Un gran número de los presentes fueron mayores a los 50 años y a pesar de que anunciaron que era un acto sin banderas políticas, se escuchan cantos en contra de Cristina Kirchner y a favor de Cambiemos.

Desde el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires se sumaron a la convocatoria y dijeron que “la respuesta de la Justicia Federal frente a las denuncias de corrupción cometidos por funcionarios públicos es bajísima y alarmante por la impunidad que provoca”.

La convocatoria se hizo a través de redes sociales con el objetivo de reclamar al Poder Judicial que avance en las causas de corrupción, haciendo hincapié en que la mayoría de los grandes escándalos tienen demoras de hasta 18 años y sólo una de cada diez causas resonantes tienen condena.

Sobre el final de la marcha, anunciaron que el próximo 6 de septiembre se van a volver a juntar en el mismo lugar para continuar con la lucha por la Justicia.