El ilícito se produjo el martes y la víctima, un sacerdote de la localidad de Yuto, se dio cuenta de ello al notar que habían ingresado a su morada -ubicada en una cuadra de la calle 23 de Agosto- debido a que le faltaban barios objetos electrónicos y elementos de bronce con los que oficiaba las misas.
El damnificado por el ilícito dio participación a los efectivos de la Comisaría Seccional 22da., con asiento en esa localidad, quienes se abocaron al caso y luego, por disposición de la Fiscalía interviniente, las actuaciones fueron derivadas al personal de la Brigada de Investigaciones, con asiento en la ciudad de Libertador General San Martín.