Al ser indagado durante más de dos horas por el juez de instrucción Luis Zelaya, Martinero (45) también dijo que disparó por instinto porque era su vida o la de los delincuentes, que está arrepentido del hecho y hasta lloró ante el magistrado.
En tanto, la esposa de Martinero, la escribana María Laura Rubio, acompañó esta mañana a su esposo en los momentos previos a la indagatoria y, luego, ante la prensa, dijo que se trató de un caso fortuito, que hay dos familias destruidas y que tanto su marido como ella están muy angustiados.
Voceros judiciales indicaron que Martinero explicó que el asalto en el que le arrebataron una mochila se dio cuando estaba caminando a la altura de un comercio y estaba por ingresar a aquel edificio donde tiene una oficina.
Primero me pusieron un arma en el cuello y después sentí el arma en el pecho, dijo Martinero ante el magistrado, a quien también le explicó que temió por su vida y que pretendió disuadir.
Según las fuentes judiciales consultadas, el abogado tirador agregó que creía que el delincuente que lo encañonó había llegado a gatillarle pero sin que saliera la bala y que, ante ese cuadro, decidió extraer su pistola marca Glock calibre .40 y efectuar los disparos.