Y un corte definitivo a estos problemas de muchísimos años, dijo el ministro de Desarrollo Económico y Producción, Juan Carlos Abud Robles, al analizar la situación actual del complejo azucarero y remarcó que a pesar la difícil realidad en la que se encuentra la empresa con la retirada intempestiva de los inversores, vemos a este momento como una gran oportunidad para resolver de forma definitiva el tema del ingenio, no solo para los trabajadores sino para toda la región de San Pedro.
El objetivo del Gobierno provincial es conseguir el aporte económico de un grupo inversor que mediante un proyecto a largo plazo, potencie y amplíe el abanico productivo que actualmente tiene el ingenio. La única manera que La Esperanza pueda despegar es a través de inversores que puedan generar una planta modelo y puestos de trabajo con una gran actividad en las setenta mil hectáreas que tiene la empresa, manifestó.