Desde Estados Unidos, el vocero del Departamento del Estado, John Kirby, pidió a ambas potencias regionales que eviten exacerbar las tensiones sectarias en el mundo islámico, en referencia a la violencia que se vive en varios países de la zona entre sunnitas, la rama mayoritaria del islam, y chiitas, la rama minoritaria.
Mientras Arabia Saudita promueve, financiera y políticamente, una visión ultraconservadora del sunnismo en toda la región, Irán defiende una interpretación también radical del chiismo y apoya grupos islamistas armados rivales de Riad, como Hamas y Hezbollah.