ULTIMO MOMENTO:
ENFOQUE
La Pandemia provocada por el COVID-19 ha logrado una conmoción económica y social a nivel mundial, donde la magnitud de su impacto y el desorden ocasionado no tienen parangón en la historia, ante el hecho de que las “pestes” anteriores que conoció la humanidad, sucedieron en un mundo donde el desarrollo de un Mercado Único a nivel Mundial aún no existía o más bien estaba en ciernes. Si hacemos un poco de historia, tenemos el caso de la “Peste Negra” del Siglo XIV, con centro en el continente Europeo, que se dio antes del llamado descubrimiento de América del Siglo XV, por lo que con la sola excepción ocurrida en el siglo XX, a través del fenómeno de instauración transitoria de regímenes socialistas, tras sus derrotas, el mundo se encaminó hacia ese mercado mundial único, que se denominó “Globalización”, con el agravante que ahora la población del mundo es mucho mayor y la interconexión de países y personas se hace en minutos, la comunicación recorre miles de kilómetros en forma vertiginosa.
Hasta tanto no se encuentre la vacuna que permita curar la enfermedad, la humanidad vivirá una situación anormal con serios problemas económicos y sociales, donde las consecuencias en la economía global son aún impredecibles.
Ya se verifica una crisis en la producción de bienes, en el mercado bursátil, se evidencia destrucción de activos físicos y financieros, aumento de la pobreza e incertidumbre sobre la perspectiva de superación del desorden producido. Hay opiniones que anticipan que el mundo económico y político no volverá a ser tal como lo conocimos hasta el inicio del año 2020.
En este contexto, y en medio de esta crisis global, no es correcto polarizar el problema sanitario con la crisis económica, es sin duda prioridad, resolver lo sanitario y la vulnerabilidad de los más pobres de la sociedad, es por ello que la economía tendrá que ser debidamente asistida a fin de mitigar la profundidad de su impacto.
En nuestro país las consecuencias se han sentido con intensidad, es por ello que el gobierno tomó medidas de auxilio respecto a adicionales en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a quienes reciben planes sociales, aumentó las jubilaciones mínimas, decidió una asignación familiar de emergencia para las categorías A, B y C del Monotributo como para los trabajadores informales, personal de casas particulares y cuentapropistas de $ 10.000; se congelaron las tarifas de los servicios públicos y los alquileres, se extendió el Salario Complementario al 50% de los haberes que deben pagar los empleadores a todos su trabajadores, previo tramite ante AFIP - DGI. Al mismo tiempo, se decidieron líneas de créditos a tasa del 24 % para asistir a las empresas en el pago de los sueldos y se decidió otorgar una de créditos a tasa 0%, a todas las categorías del monotributo y a los Autónomos, para ser utilizados a través de las Tarjetas de Crédito. No obstante se verifica en el sistema bancario comercial cierta mora burocrática para asistir a las pequeñas y medianas empresas, habiendo decidido el Poder Ejecutivo Nacional canalizar la asistencia a quienes la necesitan en forma directa.
Ahora bien, observamos que un problema importante, derivado de la situación sanitaria y económica, es la caída de la recaudación tributaria nacional. En Enero de 2020 la recaudación había crecido un 7,1 % respecto de Diciembre de 2019, en el mes de Febrero cayó un 10,5 % respecto a Enero y en Marzo volvió a caer un 5,9 %. Todo indica que en Abril continuará la caída. Esta realidad impacta directa y dramáticamente sobre la distribución de recursos nacionales a las Provincias por la vía de la Coparticipación Federal de Impuestos diaria y automática, razón por la cual el gobierno decidió un primer tramo de asistencia equivalente al monto de $ 20 mil millones a distribuir entre las Provincias con el criterio del porcentaje de distribución secundaria que está vigente, correspondiéndole a nuestra provincia el 2,82 % del total.
La difícil situación financiera de nuestra Provincia, tal como lo explicitaran el Sr. Gobernador y el Sr. Ministro de Hacienda, se hace sentir con mucha fuerza en razón de la dependencia que posee el gasto fiscal de los ingresos de origen nacional, observando que en promedio en los dos últimos años, Jujuy tuvo ingresos tributarios de origen provincial en el orden del 12 % del total del gasto público.
En función de esta situación, la provincia decidió tomar un crédito destinado a garantizar el pago de los sueldos de la administración pública provincial y municipal, sector que le da movilidad al consumo y por ende a la actividad económica en general. Así también, a la par de este sector tan importante en cuanto al flujo de ingresos de la población, que posteriormente se traslada a la demanda de bienes y servicios, resulta necesario continuar con la reactivación del Sector Privado, el cual está conformado por las Empresas, Pymes, Minipymes, actividades de cuentapropistas e independientes, que por el aislamiento sanitario, en su momento, se vieron paralizadas. Observamos que paulatinamente el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción va habilitando diferentes sectores de la economía, con lo cual, de mantenerse las condiciones sanitarias en la provincia, sin que haya nuevos casos de COVID-19, nos permite vislumbrar con expectativa una paulatina recuperación de la actividad económica provincial.
Finalmente cabe destacar las medidas de prevención sanitarias tomadas en forma oportuna por el Gobierno de la Provincia, como el grado de responsabilidad y acatamiento que ha tenido la población de Jujuy respecto a las mismas. Nuestro Consejo se ha involucrado con distintos aportes profesionales y técnicos para contribuir en la difícil situación que estamos viviendo, tanto para con nuestros Matriculados, como para con las Organizaciones Empresariales y el Gobierno Provincial.
* Presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (C.P.C.E) Jujuy
